Se acabaron los exámenes parciales en el Juan Carlos Navarro

El Rioseco de Javier Yepes disputó, el pasado miércoles, su último test de la pretemporada. Un partido en el que los blanquinegros desplegaron el mismo esquema que en los cuatro anteriores: intensidad y juego combinado en la primera mitad, y un ritmo más vertical y disperso en la segunda. Y es que este ha sido el leitmotiv de los riosecanos durante su preparación veraniega de cara a la próxima temporada. Así, el choque ante el grupo Aficionado del CD Arces comenzó con un ritmo pausado, pero bien orquestado. Los primeros minutos fueron de adaptación para ambos equipos, que, poco a poco, desplegaron sus armas.

De esta manera, el envidiable verde del Juan Carlos Navarro se convirtió en el escenario de un continuo tira y afloja ofensivo. Cumplidos los primeros veinte minutos del encuentro, Churre decantó la balanza para los suyos con un gran gol desde la izquierda. El 1-0 lejos de aminorar el juego, lo intensificó. Sin embargo, el marcador indicó la superioridad local al descanso. Tras la reanudación, el Rioseco presentó su cara más amarga y el empate del Arces no tardó en llegar. Con una rápida jugada por la derecha los vallisoletanos sorprendieron a la defensa de Yepes y a Candi, que, aunque adivinó la trayectoria del balón, no llegó a tiempo para detenerle. Minutos más tarde, Salán pudo adelantar a los blanquinegros, pero su disparo se estrelló en el palo derecho de la meta rival y fue el Arces quien, más tarde, selló el 1-2. Cuando todo apuntaba a que los locales suspenderían su último parcial de la pretemporada, Paco certificó el 2-2 definitivo.

Una pretemporada intensa y completa

Las pruebas de los riosecanos comenzaron el pasado trece de agosto, ante el que será uno de los nuevos rivales de los blanquinegros durante la temporada en la Regional Aficionado: el recién ascendido CD Fresno de la Ribera. Seis días más tarde, se midieron al CD Cristo Atlético palentino, que milita en Tercera División. Este fue, sin duda, el partido más exigente para los blanquinegros. Guillermo fue el encargado de inaugurar el marcador, anotando, de cabeza, un gran balón peinado por Suso en el área pequeña. El 1-0 reavivó las ansias competitivas de los morados y el empate llegó de las botas de Aitor. Salán adelantó al Rioseco, culminando una contra de manual con una gran definición ante el portero. Pero la alegría duró poco en las filas locales, pues de nuevo apareció Aitor y con él, el gol del empate. A partir de este momento, ambos grupos se lanzaron de lleno a por la victoria y, aunque fueron los de Yepes los que disfrutaron de más ocasiones, la balanza cayó del lado de los palentinos, que, con un tanto de Camilo en los últimos compases, sentenciaron el partido.

El siguiente parcial lo tuvieron el pasado 22 de agosto, ante el Juvenil A del CD Parquesol. El Rioseco consiguió hacerse muy pronto con el dominio del balón, con posesiones largas, pero lentas. Por su parte, los naranjas se encargaron de aprovechar las pérdidas blanquinegras para crear ocasiones de peligro que hicieron lucirse a Koke. El descanso llegó con el terreno de juego dominado por las imprecisiones de ambos grupos y con el balón atascado en el centro del campo. Tras la reanudación, el Parquesol saltó muy lanzado. Rober, después de varios intentos y un gol anulado por fuera de juego, selló el 0-1 batiendo en un vis a vis a Koke. Instantes después, Román materializó el penalti de Guille  sobre Amando. No obstante, el Rioseco no dejó de luchar y fruto de esto llegó el 1-2, obra de Santos, que acortó distancias empujando un balón tras una gran jugada de Goyo en el área. El larguero privó a los blanquinegros del empate, pues allí envió Chema el disparo de penalti que le habían cometido a él mismo. Por otro lado, en el tradicional Memorial Vicente Reguera, los hombres de Yepes se midieron a una contundente Unión Deportiva Sur. Un año más, el trofeo veraniego viajó a las vitrinas del equipo visitante.

Las sensaciones de estos cinco encuentros, en los que han tenido mucha presencia jugadores del grupo Juvenil, son, a pesar de lo que puedan dilucidar los resultados, positivas. Y es que los partidos de pretemporada para los hombres de Yepes son como los exámenes parciales para los estudiantes universitarios: únicamente sirven para coger el hábito, pues sus resultados poco influyen en el verdadero examen final. “Estos partidos me los tomo como un test físico y lo verdaderamente importante es que todos hemos hecho un trabajo importante, que se ha notado la ilusión y la entrega de los futbolistas y que aunque hayamos perdido, hemos sabido mantener la actitud de pelea, y todo esto nos va a sumar capacidad de resistencia para la temporada, que es de lo que se trata”, apuntaba el técnico blanquinegro. Así, la plantilla del Regional Aficionado se enfrentó este domingo a su primer examen final: estrenaron la Liga a domicilio ante el CD Onzonilla, en el Polideportivo de la Vega, con las ganas y la motivación de hacer lo que más les gusta: jugar al fútbol. Un partido que ganaron los riosecanos 1-2, merced a un gran doblete de Santos.

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