
Este domingo es día de Fiesta en el Barrio de San Sebastián. La maniobra es complicada. Bajar la talla del crucificado por esas escaleras no es tarea fácil. Pero los cofrades del Cristo de las Puertas permiten que el venerado Cristo salga a la luz y recorra las calles a ritmo de dulzaina y tamboril. La popular procesión va tomando forma y los hermanos y hermanas alumbran con devoción con unos sencillos faroles de hojalata.
La comitiva, con el alcalde y algunos concejales, va camino de Santa María donde se celebrará –como es habitual- la misa. Delante, Álvaro Pastor porta la Vara Mayor. Es el Mayordomo. Se apuntó en el año 1992 junto a su hermano Jesús que, precisamente, fue mayordomo el pasado año y en esta edición porta el banderín. “Es un día de mucha ilusión y orgullo”, asegura.
Pastor sigue la saga familiar, su padre también es cofrade del Cristo de las Puertas. “Mi cometido es, además de portar la Vara, limpiar la ermita, ofrecer un desayuno en casa y después de la procesión un refresco”. Álvaro se muestra orgulloso de ser el mayordomo. La cara de felicidad de sus padres al ver a Vara y Banderín lo dice todo. Otra escena familiar y muy emotiva es la protagonizada por Ángel García Junquerillo, número uno de la hermandad, que acude a la procesión de la mano con su nieto Aimar, el más joven de la cofradía.

Tras la misa en el templo de Santa María, presidida por el párroco Juan Carlos Fraile, la procesión se reanuda. Ahora será la calle Mayor y la de San Juan las elegidas para el regreso. El grupo de Danzas Ciudad de Rioseco obsequia al Cristo con sus bailes. Es un día de fiesta en el barrio y eso se nota cuando El Cristo de las Puertas llega hasta el Arco de San Sebastián donde, en la capilla superior, reposa todo el año.
PORTADA
RIOSECO
CULTURA
DEPORTES
SOCIEDAD
EDUCACIÓN
SEMANA SANTA
TV/RADIO
OTRAS VOCES