¡Viva la Virgen de Castilviejo! y ¡Viva el Cristo también! Son los vítores que ponían fin a una concurrida romería de Castilviejo. A las 12.30 horas, con la pradera ya tomada por decenas de familias que almorzaban y guardaban sitio para la comida campestre, comenzaba la eucaristía presidida por el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello.
Una misa que estuvo cantada por la coral riosecana Almirante Enríquez y que finalizó, como es habitual, con el himno a la patrona. Minutos más tarde, las tallas de la Virgen y el Cristo de Castilviejo salían hasta el exterior del santuario mariano para, en procesión, dar vuelta a la ermita, acompañados por las imágenes de dos angelitos, conocidos popularmente como niños y de muchos fieles.
El grupo de danzas Ciudad de Rioseco amenizaban el cortejo que finalizó entonando la salve a la patrona de Rioseco. Luego, el ambiente festivo se prolongaba durante la comida y bien entrada la tarde, gracias a la buena temperatura existente, lejos del calor asfixiante de los días previos.
El domingo, la ermita de Castilviejo volverá a llenarse para celebrar la festividad del Cristo milagrero de Castilviejo, con una eucaristía a las 12 del mediodía y la posterior procesión.