Viernes Santo de peineta y mantilla, por la mañana


Teresa Casquete. Historiadora del Arte


¿Nuestra Semana Santa ha ganado con los años? ¿Ha perdido calidad? ¿Ha mejorado en orden y uniformidad? ¿Se han perdido las verdaderas tradiciones?… Estas son las preguntas que año tras año, encienden debates y alimentan discusiones, entre cofrades y riosecanos, entre defensores del cambio y valedores pro conservación del más mínimo detalle que signifique Semana Santa. Y ese, en realidad, es el mejor indicio de una larga vida que puede tener cualquier fiesta o celebración que se precie. Porque para los riosecanos, su Semana Santa es lo más grande del mundo y el momento más importante de todo el año, el centro de sus conversaciones y la mayor de sus preocupaciones.

Y de entre todas esas cuestiones, objeto de discusión, se encuentra la desaparición de la antigua Procesión de La Pasión, el Viernes Santo por la mañana. Cuántos lamentos hemos escuchado, a quienes conocieron y vivieron este desfile, desaparecido en los años 60  por una descerebrada decisión consistorial.

La fotografía de hoy nos trae una imagen doblemente histórica. Fue tomada en la extinta procesión de La Pasión, en la que tradicionalmente participaban las mujeres de mantilla y peineta (no lo hacían ni en la procesión de El Mandato, ni en la de La Soledad), y además ante uno de los accesos al Hospital, la actual Residencia de Ancianos, que hoy ya no existe. Se trata de una puerta de arco de medio punto, del siglo XVI, muy similar a otras existentes en el claustro principal, y que en mi opinión era la que daba acceso al patio de servicio, situada en el mismo lienzo que la puerta principal y hoy sustituida por la reja que da acceso al recinto.

Seguramente que alguno de nuestros lectores tenga una excelente memoria y pueda decirnos, no sólo dónde estaba situada esta puerta, sino también quiénes son las hermanas de mantilla y peineta que aparecen en la fotografía y a qué cofradía pertenecían.
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