La Semana Santa de 2014 será recordada como ‘la del calor’. Pero lejos de valoraciones climatológicas -importantes eso sí- es hora para un balance desde diferentes puntos de vista. Económico, religioso, social y de ciudad. Casi todos coinciden en señalar que la Pasión de este año es además de calurosa, «espectacular».
Artemio Domínguez: “Una Semana Santa espectacular”
El alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, cree que ha sido una Semana santa “espectacular”. “Todos los riosecanos teníamos el mismo sentimiento y las mismas ganas de que llegara una Pasión sin incertidumbre de si las procesiones saldrían o no por la lluvia”. El regidor cree que estos días, debido al buen tiempo, ha existido “una alegría contagiosa” que se trasladaba a todas las personas: “riosecanos, cofrades y visitantes”. Asimismo, Domínguez decía a La Voz que una vez más se ha refrendado que “la Semana Santa en Rioseco es un hecho social total” y ha insistido en el momento “dulce” que atraviesa esta manifestación en Rioseco. Asimismo, asegura que el “impacto económico” ha sido muy importante y que la hostelería tiene que estar “muy contenta”. El alcalde riosecano solo pone un pero: “el excesivo barullo en la Calle Mayor”. Dice que podrán estudiarse medidas como la de disminuir el alumbrado público e intentar que los bares puedan bajar la música al paso de la procesión.
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Juan Carlos Fraile: “Ha habido recogimiento en las procesiones”
Por fin pudo vivir una Semana Santa completa el párroco de Santa María y Santiago, Juan Carlos Fraile, quien hacía un balance “muy positivo”. “Creo que en general ha habido recogimiento, las procesiones han sido muy dignas, las actitud de cofrades y mayordomos ha sido muy correcta y las celebraciones religiosas han tenido mucha participación, silencio y respeto”, resumía el párroco. Juan Carlos Fraile piensa que hay que seguir trabajando “a largo plazo” para que en cada cofradía haya personas que puedan explicar mucho más el sentido litúrgico de la manifestación. El sacerdote cree que el buen tiempo también ha ayudado que en las iglesias se guardara respeto. “A veces cuando llueve todo el mundo se resguarda en la iglesia y no todas las personas saben estar”. Juan Carlos Fraile no quiere entrar a valorar algunas actitudes de visitantes y el barullo generalizado de la calle Mayor, “porque no es su cometido”, aunque cree que la mayoría de las personas que iban en procesión “iban centradas” y de forma muy respetuosa en estos desfiles y sabiendo dónde estaban.
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