Una rendija hacia el arte; Por Fernando Fradejas

Por una rendija se pueden ver muchas cosas. Se puede ver pasar la vida, e incluso ver cómo se esfuma. Se puede entrometerse en la intimidad de los demás o también es posible intentar ayudar al que más lo necesita. Todo ello a través de una simple rendija. Una rendija que, además, puede servir para sorprenderse o alimentar la retina con una bonita imagen. Puede ser que esa rendija esté ahí, medio escondida, deseosa de que alguien se acerque a echar un vistazo. Una rendija antigua, o nueva. Una rendija que puede ser una herida en una vieja puerta, por donde asomarse, como el caso de Fernando Fradejas, a disfrutar de la torre de Santa María que, sin quererlo, y siglo tras siglo se ha convertido en el emblema de un pueblo. Esa es sin duda una rendija artística. Busca tú la tuya y envíanosla.