Una costumbre que no debe perderse entre los niños


Ha pasado la Semana Santa pero, como siempre, los niños no se cansan de recordar sus procesiones y también, como siempre, algunos han construido sus pasos de madera para emular a sus mayores y soñar con el peso que algún día sentirán sobre sus hombros llevando los pasos de la Semana Santa riosecana. Una tradición a la que generaciones y generaciones de muchachos han jugado, una costumbre que no se debería perder porque esta si forma parte de la identidad de todo un pueblo. Afortunadamente, algunos grupos de niños aún se divierten con estos juegos, y por unos días, dejan a un lado tecnología y otras ocupaciones. Además como se puede comprobar en estas imágenes enviadas por José Castro y Almudena Manrique, no falta la popular rodillada, ni tampoco la subida a la calle Mediana, en estos dos pasos en miniatura, pero que encierran mucha grandeza.

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