Una becerrada de récord: 8.000 euros para EAVACyL

Césitar y Pocholo dieron un recital de buen toreo y los Cómicos Taurinos de diversión
La Asociación Taurina celebró su séptima y exitosa becerrada benéfica

Redacción. Fotos: Fernando Fradejas

La séptima becerrada benéfica de la Asociación Taurina Riosecana volvió a superarse. El listón estaba muy alto en las ediciones anteriores, pero volvió a conseguirse. Y no solo por la calidad de lo acontecido en el ruedo, sino también en la solidaridad de los riosecanos que volvió a ser de récord. Gracias a un sorteo de grandes regalos, la Asociación de Enfermedades Autoinmunes y Vasculitis de Castilla y León (EAVACyL) logró recaudar 8.000 euros, la cifra más elevada de las siete becerradas celebradas. Yolanda López, su presidenta, agradecía la solidaridad de los riosecanos y decía que ese dinero servirá para adquirir un microscopio para poder seguir investigando.

Lo acontecido en el ruedo no le fue a la zaga. César González ‘Cesítar’ y Guillermo Martín ‘Pocholo’ dieron un recital de buen toreo. Antes se había guardado un emotivo y respetuosos minuto de silencio por el descanso de Iván Fandiño, torero fallecido hace una semana. El becerro que abría plaza, reservón, no se lo puso fácil a Cesítar. Pero el riosecano logró embeber al animal en la muleta y hubo derechazos y naturales de gran calidad, aunque todo el mundo recordará un cambio de mano que tuvo mucho sabor.

 

El susto de la tarde lo dio el sobresaliente Javier Gallego ‘Cimbo’. Invitado por Cesítar a torear en su becerro, cuando mejor se encontraba, el animal embistió de lejos y golpeó con violencia al concejal del Ayuntamiento de Rioseco, que tuvo que retirarse del ruedo, con una rotura de fibras, ante el cariño de los espectadores que le tributaron una sonora ovación.

Pocholo estuvo muy variado con el capote. Se fue a porta gayola, le dio tres largas cambiadas, verónicas, chicuelinas e hizo un vistoso quite por zapopinas. Luego en la muleta brilló a gran altura con series muy profundas y templadas por ambos pitones, remachadas por hondos pases de pecho y una serie de manoletinas para abrochar la faena.

Comenzó el festejo con la actuación del grupo Camela y finalizó, como es habitual, con la presencia de los Cómicos Taurinos Riosecanos que este año centraron su número en los Payasos Taurinos del Circo. Como siempre, imaginación, diversión y buen toreo fueron los ingredientes para un espectáculo desternillante protagonizado por Bomberito, Pajarito, Perrote, Cabañas, Faluchi y el Estudiante, que se dejaron la piel para divertir y hacer reír al público especialmente a los niños.

Con una tarde calurosa, se lidiaron tres manejables becerros de la ganadería de Celador Zurdo en una plaza que registró más de media entrada, eso sí con todos los espectadores en la sombra, pues el sol a esas horas era de justicia en el Coso del Carmen. Desde la Asociación Taurina se valoraba el éxito artístico y benéfico de un festejo, que es uno de los platos fuertes de las Fiestas de San Juan.

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