Un ‘sí quiero’ colectivo, 50 años después

Ocho parejas de riosecanos celebran sus Bodas de Oro de forma conjunta
Ya lo hicieron en sus Bodas de Plata, aunque en esa ocasión fueron 22 parejas

J.A.G. Fotos: D.C.G.

En el año 1967 hubo un total de 33 bodas en Medina de Rioseco. Cinco décadas después, ocho de esas parejas riosecanas que se dieron el sí quiero han decido reencontrarse para celebrar juntos sus Bodas de Oro. Se trata de Anselmo Lucas y Eulalia Barrios; Baldomero Albert y María del Carmen Rubio, Teófilo Valdés y Luisa Sanz, Antonio Rodríguez y Leandra de las Cuevas, Mariano Muñoz y Asunción Benavides, Enrique Blanco e Isabel Novo, Benito Castaño y María del Carmen Lorenzo y Julio San José y Margarita.

La idea surgió hace 25 años. Sí, en las Bodas de Plata. Entonces Mariano Muñoz indagó en los matrimonios que se casaron en su mismo año, 1967. “Con la ayuda del entonces párroco don Gabriel Pellitero conseguí los nombres de todos, 33 en total. Con un poco de esfuerzo y de tiempo me puse en contacto con todos ellos. Finalmente hicimos una celebración conjunta de 22 parejas que celebramos las Bodas de Plata”, relata Mariano Muñoz, artífice de la idea.

“En aquella celebración tuvimos una misa, cena y baile”, recuerda. 25 años después era necesario volver a encontrarse. En esta ocasión, lógicamente, no fueron 22 parejas, pues algunas ya habían enviudado y otras se encontraban incapacitadas. Finalmente fueron ocho las que pudieron renovar sus votos matrimoniales en una emotiva eucaristía presidida por el párroco Juan Carlos Fraile, quien regaló a cada matrimonio una copia del acta fechada en 1967, a modo de diploma. Incluso una llegó desde Santander y otra de Valladolid para no perderse el acto. Las seis restantes tienen domicilio en Rioseco.

Más tarde las ocho parejas, con cincuenta años de convivencia, lo celebraron juntos. “Fuimos a tomar el vermú por la Calle Mayor. Fue muy emocionante, porque algunas personas nos decían ‘vivan los novios’ y nos felicitaban. Rematamos con una comida, aunque esta vez ya no hubo baile, los años no perdonan”, dice Mariano Muñoz, con una sonrisa.

Tan buen ambiente hubo entre todos, que han acordado repetir una comida todos los años. “El objetivo es llegar ahora a las Bodas de Platino, que se celebran a los 60 años de casados. Antes era a los 75, pero se ha reducido la cifra ante la dificultad de tantos años. Ya dijimos que nos tenemos que hacer fuertes y en diez años volver a celebrar una fiesta tan bonita”, explica Muñoz, quien anima a todos los riosecanos a que sigan sus pasos. “Era la primera vez que se hacía una celebración conjunta de las Bodas de Oro, es una experiencia inolvidable y gratificante”, concluye. Pues eso, ¡qué vivan los novios!

 

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