Un sabroso trozo de Tierra de Campos en Covaresa

El matrimonio, formado por los jóvenes de Rioseco y Villagarcía de Campos, Alberto García y Sara Caballero, abre en Valladolid el bar El Aderezo

M.G.M.

“El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza”, es la sugerente frase de José Ortega y Gasset con la que el bar El Aderezo recibe a sus clientes en el barrio de Covaresa de Valladolid. Un sentido homenaje al escritor que da nombre a la calle en la que abre sus puertas un establecimiento que desde hace unas semanas regenta, con gran ilusión y buen hacer, el matrimonio, formado por los jóvenes de Rioseco y Villagarcía de Campos, Alberto García y Sara Caballero.

Cecina rellena de mouse de oca con confitura de tomate natural, creps de bacalao con puerro confitado y crema de setas, solomillo de cerdo ibérico relleno de queso de cabra con frutas rojas y manzana confitada, bacalao confitado con cebolla caramelizada o salsa de Valdeón y piñones tostados, son algunas de las delicias que el bar El Aderezo ofrece a sus clientes en un agradable ambiente y excelente trato familiar.

Alberto y Sara han sabido conjugar la cocina tradicional de sus pueblos natales con las nuevas tendencias creativas en una perfecta simbiosis de productos de máxima calidad y buenos precios. Los pinchos y canapés variados, y las generosas raciones, como los chipirones fritos con pimientos del Padrón, el rissoto con carrillera y boletos o las populares jijas y torreznos, son otros de los manjares que están llamados a ser probados en compañía de alguno de sus delicados vinos en los que la marca Mocén abandera los verdejos de Rueda. Sin olvidar que El Aderezo ofrece un menú del día con cinco primeros y cinco segundo al módico precio de 12 euros.

Sin duda alguna, un espacio en el que resuena la experiencia y el buen hacer de dos veteranos profesionales de la restauración, de Alfonso, padre de Alberto, y de Tino, padre de Sara, porque, no hay que olvidar que, como bien dice el refranero, de casta le viene al galgo.

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