Un militar de ascendencia riosecana, en el siniestro de Fuerteventura

Uno de los cuatro militares desparecidos en el accidente del helicóptero en Fuerteventura desciende de Medina de Rioseco. Se trata de Carlos.C.A., de 30 años de edad, destinado desde hace varios años en Gran Canaria y de profesión mecánico militar. El joven se encuentra entre los cuatro tripulantes desaparecidos del helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate que cayó anoche al mar a unas 30 millas al sur de Fuerteventura. Precisamente, sus padres (él riosecano, ella de Valdenebro) se encontraban en Canarias, a donde habían viajado para visitar a su hijo.

C.C.A. había trabajado con anterioridad en León y en la base de Villanubla antes de ser destinado a Canarias, donde lleva tres años. Durante toda la noche han participado diferentes efectivos en la búsqueda un avión del SAR, un helicóptero de Salvamento Marítimo, otro de la Guardia Civil y una embarcación de la Armada. Las tareas se habían prolongado durante esta mañana, a partir de las 9.30 horas (en Canarias), con mayores expectativas a la luz de día.

En el aparato viajaban cinco tripulantes, uno de los cuales ha sido rescatado con vida. El helicóptero realizaba unas prácticas rutinarias de rescate con grúa cuando cayó al mar cerca de la península de Jandía por causas que están siendo investigadas.

El alcalde de Medina de Rioseco, Artemio Domínguez, mostraba su “consternación” y dice que la noticia le ha pillado de “sorpresa” cuando viajaba junto a otros 70 riosecanos a Logroño, donde participarán en un acto de la presentación de la Semana Santa. El regidor pudo hablar con un tío del militar desparecido y mostró su “apoyo” a los familiares de Carlos, especialmente a sus abuelos paternos, dos de sus tíos que y a su hermano que residen en Rioseco.

El helicóptero siniestrado pertenece al 802 Escuadrón de Fuerzas Aéreas, con sede en Gando (Las Palmas), y depende del Mando Aéreo de Canarias (MACAN). Se trata de un helicóptero conocido como ‘Super Puma’, una versión mayor y mejorada del SA 330 Puma, que, entre otras misiones, ha estado desplegado en Heart (Afganistán). El aparato siniestrado estaba destinado a labores de salvamento en Canarias centradas en la localización de aviones siniestrados en el espacio aéreo internacional de responsabilidad española, así como en labores de cooperación, colaboración, auxilio y apoyo en misiones de rescate. Su tripulación está formada normalmente por dos pilotos, un mecánico-operador de grúa, dos nadadores-rescatadores y un enfermero con los equipos y material para un correcto seguimiento de las condiciones del paciente.