Un esquila de cuatro campanas


Esquilas de cuatro campanas
Siglo XIX
Bronce
Museo de San Francisco
Esquila de cuatro campanas rematada por una cruz que sirve de asidero

Actualmente este tipo de esquila, al igual que las campanillas, se toca consitudinariamente, pues ya no está prescrita en el uso ordinario del Rito Romano, para avisar al momento más importante de la Misa: la Consagración, donde Jesús se va a hacer presente bajo las especies de pan y vino: al comienzo de la epíclesis o invocación al Espíritu Santo, con un toque largo para señalar a los fieles que se pongan de rodillas, momento en el sacerdote impone las dos manos sobre el pan y el vino, en este momento los fieles han de ponerse de rodillas y se toca la campana; al elevar el Cuerpo de Cristo, tras la consagración del pan, se suelen hacen tres toques cortos con la campanilla para que se mire y adore a Cristo, e igualmente al elevar la Sangre de Cristo. Tras la segunda genuflexión del sacerdote, se hace un toque largo para señalar a los fieles que pueden ponerse en pie.

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