Un centenar de escolares de Campos Góticos visitan Villalón

Los pequeños conocieron el Museo del Calzado, de la familia Vibot, el Museo del Queso y también visitaron el Centro de Interpretación 'El palomar del abuelo'

Beatriz Rodríguez del Rey

Los niños de Infantil del CRA Campos Góticos han visitado la localidad de Villalón de Campos para conocer el Museo del Queso, el Museo del Calzado, perteneciente a la familia ‘Vibot’, y el Centro de Interpretación ‘El palomar del abuelo’.

A primera hora de la mañana, las calles de la Villa del Alón se llenaban de niños ansiosos por averiguar los secretos que esos museos escondían. Divididos en tres grupos para realizar las visitas y los talleres; los escolares infantiles han descubierto cómo se elabora un zapato, los utensilios que se necesitan para coser, pegar y rematar una bota y han visto a un artesano zapatero recrear todo este proceso. Posteriormente, Ana Vibot, directora del museo y empresaria de la localidad, ha obsequiado a todos los asistentes con un troquel de cartulina con el que se elabora una sandalia infantil.

Los sonidos de los cascos de los caballos golpeando el asfalto, el bullicio de la gente en el mercado y el balar de las ovejas recibían a los niños en la primera sala del Museo del Queso. Una “pared mágica” como la calificaban algunos, ha servido para proyectar un documental de cómo era la feria agroalimentaria y el mercado que se hacía todos los sábados en la villa. Otra sala del museo les ha enseñado algunos de los olores, sabores y texturas que recuerdan a este viejo oficio de fabricar queso de ‘pata de mulo’, que después han podido degustar acompañado con un rico batido.

Paula y Pilar estaban esperando a los pequeños en el Centro de Interpretación del ‘Palomar del Abuelo’ para explicarles los tipos de palomares que existen, cómo se elabora el adobe con el que se construyen y qué animales viven en ellos. Unas cámaras instaladas en el patio central de ese palomar han dejado ver a los niños cómo se alimentan las palomas, los nidos hechos en los nichos y algunos de los huevos que éstos contenían.

Para finalizar la excursión, los niños han repuesto fuerzas en el Parque Temático del Queso y seguidamente, casi con el último trozo de su almuerzo en la boca, se han lanzado por la tirolina, toboganes y rulos.

Las maestras del ciclo de infantil consideran que “las excursiones pueden ser entendidas desde dos puntos de vista, por un lado como una actividad creadora que potencia un conjunto de actividades y por otro, como una experiencia que enlaza la escuela con el medio y que permite la vivencia directa y el descubrimiento del entorno”.

Una excursión va acompañada de actividades antes, durante y después de ese día. El aprovechamiento de la salida no finaliza cuando la excursión termina, durante los días siguientes se crean en el aula situaciones de comunicación e intercambio de lo que se ha visto, materiales recogidos, lo que se ha sentido, en definitiva, se da lugar a otras actividades que plantean nuevos interrogantes y refuerzan ciertos aprendizajes adquiridos.

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