
La abundante lluvia caída en los días anteriores hizo que la organización variara el circuito. No se ascendió hasta el alto del Moclín, pues los caminos estaban impracticables. En su lugar se recorrió parte del Canal de Castilla, hasta llegar a Belomonte y, más tarde, Meneses de Campos. Desde aquí ya se accedía a Montealegre y al CIN de Matallana.
La ruta tenía dos dificultades. El trayecto más duro, además, accedió al valle de Valdenebro y al término municipal de Villalba, con subidas de gran dureza que se acrecentaron por el mucho barro existente. El centenar de participantes en la marcha confluyó en el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Matallana, donde pudieron reponer fuerzas.
El viento molestó de forma ininterrumpida a los ciclistas que, aun así, disfrutaron con una prueba en la que la lluvia no hizo acto de presencia. La llegada al polideportivo municipal de Rioseco sirvió para dar un buen manguerazo a las bicis y para que los participantes, cubiertos de barro, pudieran darse una ducha reparadora y tomar un aperitivo. Desde la organización se valora positivamente esta primera cita de una prueba con la que no contaba Rioseco.
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