Un casi desconocido Barrio del Carmen


Teresa Casquete Rodríguez. Licenciada en Historia del Arte

barriodelcarmen

Esta llamativa instantánea fue tomada en torno al año 1900, con el fotógrafo situado en la torre de Santa María y el riosecano barrio del Carmen como objetivo. La imagen nos llama la atención por muchas razones y la principal es que no vemos en ella edificios que hoy calificaríamos de antiquísimos, sino los antepasados a éstos.

De izquierda a derecha contemplamos la Plaza de Toros y el complejo del Convento de San José, con un arbolado más discreto que hoy en día. Casi pegada a la iglesia una edificación y unos corrales a los que se acceden por un gran portón, que parece ser un arco de fábrica. El Corro del Carmen se cierra por la derecha por otras tapias y patios, y junto a ellos unas viviendas de adobe, entramado de madera y soportales de lo mismo, que pocos años más tarde de realizar la fotografía fueron derribadas y sustituidas por la interesante vivienda de la familia Rueda y la apertura de la Calle del Matadero. Por delante de ellas, la carretera de Valladolid a León, delimitada por en ambos flancos por una hilera de árboles jóvenes.

Siguiendo la línea de soportales de lo que entonces era el Corro del Matadero vemos varias viviendas señoriales dieciochescas, destacando entre ellas la de los Pastor (hoy desaparecida) o la de los Viguera, con su fachada de ladrillo y su blasón de piedra (en la actualidad sólo queda en pie la fachada) o la que hoy ocupa el Hostal Castilla y el Bar Póker. También la pequeña vivienda que fue la Fonda del Carmen y en la que hoy encontramos la Pastelería Marina.

Más curioso aún nos resulta contemplar la casona que hacía esquina con la Calle de la Pinilla (hoy Castilviejo). Sobre el solar en el que estuvieron décadas más tarde el Bar Avenida, la Cafetería Castilviejo y el Estanco Muñoz, se levantaba una gran vivienda de un labrador acomodado. Un gran arco carpanel daba entrada al patio de la misma, y se vislumbra a un lado del mismo, algún tipo de ornamentación o un escudo, que con seguridad se repetiría en la enjuta contraria.

Desde allí partía la vía que daba nacimiento al camino de Castilviejo, que en la parte superior de la imagen vemos alejarse hasta el infinito. Al comienzo de ella y frontera a la casona descrita anteriormente, los muros del Colegio de San Vicente de Paúl y las naves de la fundición. Sirviendo de fondo al entramado urbano, las tierras de labor con la cosecha recogida y las morenas ordenadas, que nos aportan sin querer la estación del año en la que fue realizada esta interesante e histórica fotografía.

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