Un bosque alegre y colorido en el Carnaval de Campos Góticos

Los alumnos y profesores dan vida a duendecillos traviesos, ardillas, búos, flores, mariposas, abejas, árboles, caperucitas y robin hoods en una gran Fiesta

Redacción. Fotos: J.A.G.

Un duende muy especial: Eugenio Jesús Oterino

Sólo con ver la cara de los padres que abarrotaban el Polideportivo Municipal, cualquiera ya se puede hacer una idea de cómo fue la actuación de los alumnos del Colegio Rural Agrupado Campos Góticos, que esta mañana vivió su gran Fiesta de Carnaval. A pesar de los nervios, el frío y de cualquier imprevisto de última hora, la interpretación que hicieron los más pequeños fue de auténtico Óscar.

Al filo de las 11.30 horas una marabunta de colores tomaba el patio del centro escolar. Allí ya esperaban los padres deseosos por ver el resultado de los diferentes disfraces, que han confeccionado junto a los profesores del colegio en las últimas semanas. A ritmo de batucada comenzó un desfile que finalizó en el polideportivo municipal, donde tuvo lugar la esperada y ensayada actuación.

En esta ocasión el Carnaval ha girado en torno al Bosque y de esta forma duendecillos, animales, árboles, caperucitas y robinhoods daban forma a los centeneras de disfraces. Entre todos ellos, algunos brillaban con luz propia. Es el caso de la aparición estelar del sacerdote riosecano Eugenio Jesús Oterino que, fiel a su costumbre, un año más quiso estar al lado de los alumnos y apareció vestido de duendecillo travieso, un disfraz que ni pintado… El director no le iba a la zaga, y Jesús aparcó por un momento la seriedad de su cargo para bailar al ritmo de la música disfrazado de mariquita. Otros profesores optaron por los ropajes que llevaban sus alumnos y hasta Zari, el conserje, quiso unirse a la fiesta vistiendo como un auténtico trol. Todo un espectáculo.

Todos los cursos, desde infantil (duendecillos del bosque), primero (ardillas), segundo (búhos), las abejas y las flores de tercero, los árboles y las mariposas de cuarto y los de quinto y sexto (ataviados de caperucitas y robinhoods) fueron tomando el escenario para cantar una canción, interpretar un baile o declamar una poesía en inglés. Mientras cientos de cámaras, móviles y otros dispositivos captaban el momento. La gran fiesta finalizó con un calentito chocolate con bizcochos (el día lo requería) y con la alegría de saber que hasta el próximo miércoles ya no hay clase.

Ver la galería fotográfica de los Carnavales 2011 de Campos Góticos

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