
Lo que quiero rescatar aquí son unos poemas escritos por José Antonio Pizarro de Hoyos en su libro Vaivenes, rememorando esos días de julio. José Antonio, a su sensibilidad poética añadía el haber desarrollado gran parte de su vida personal y profesional en Vitoria, junto a su inseparable Upina. Conocía de cerca el problema terrorista; uno de sus hijos vivó durante años protegido por escolta, por el delito de ser concejal y teniente de alcalde de esa ciudad.
I
EL ONCE DE JULIO DE 1997
Está la indignación con la corneta
cumplida en desacordes y quejidos.
Los sones de unos vientos malheridos
traen furia y desgarrar de bayoneta.
Espíritu sumido en la retreta
es todo ciudadano bien nacido,
reloj y diapasón es su latido
pendiente de una bola en la ruleta.
Ambiente de un adiós hora
tras hora, clepsidra del vivir semivacía,
y un hombre, en su aflicción, ruega demora
a un alguien inconcreto, todavía…
En Ermua, la campana acusadora
tañiendo con puntual relojería…
II
SÁBADO DOCE DE JULIO
Bilbao, fuego de sol, es ardentía
Inmersa en multitud desmesurada,
la fragua fundidora de una espada
dispuesta a desangrar al medio día.
Aplausos y silencios en porfía…
la calle es una flor ensangrentada,
la calle es una Iglesia consagrada,
la calle es esperanza todavía…
El cúmulo incesante del gentío
suplica a la maldad en la Gran Vía
sin sombras de latente desafío.
La rosa en su fanal se estremecía…
¡Silencio…! Asesinaron al estío
¡Bilbao, Bilbao…! ¡Qué atroz melancolía…!.
III
DOMINGO 13 DE JULIO
España campanario y cascabel
el grito, la protesta, el arrebol,
lo grande, lo sentido, lo español,
la luz, el reservorio y el joyel.
No es tierra que se vista de oropel,
ni sombra resignada, ni esquirol,
es voz altisonante a pleno sol
gritando ese dramático: ¡Miguel!
El día de la plena oscuridad
emerge dilatada con su luz
potente de sincera claridad.
Surgió del calambrazo el repeluz
y hastiada de la infame adversidad
se muestra incompatible ante esa cruz.
PORTADA
RIOSECO
CULTURA
DEPORTES
SOCIEDAD
EDUCACIÓN
SEMANA SANTA
TV/RADIO
OTRAS VOCES