
La pastorada encierra una tradición tan bonita como arraigada en muchos pueblos de Castilla. “Tradicionalmente era representada por los pastores en la Nochebuena, como compensación a un año que por su trabajo no podían asistir a los cultos litúrgicos y misas”. Desde hace seis años esta Asociación de Tordehumos decidió poner en marcha su particular pastorada. “Queríamos complementar al Belén Viviente que se representaba en Reyes. Tomamos la versión realizada por el Colegio Maristas Centro Cultural sobre los textos recopilados en 1983 por Joaquín Díaz y José Luis Alonso Ponga”, recuerda Mozo, quien el próximo jueves volverá a la escena, esta vez en casa.
La pastorada tiene tres grupos de actores: unos son los pastores, protagonistas del Auto. Además existen dos coros: uno, los aldeanos, representados por los niños; y otro, el de las zagalas, en el que participan jóvenes y mujeres adultas. Para José Miguel Mozo, la representación de ayer en la iglesia fue “satisfactoria”. “Es la primera que hacemos este año, y siempre intentamos innovar algo. Otros años la hemos representado en Ampudia, Tiedra, Morales de Campos y Villabrágima”, concluye, antes de agradecer la colaboración prestada al Ayuntamiento de Rioseco y Tordehumos y a la parroquia de Santa María.
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