Tiempo de setas; por Baltasar de la Cruz

En este artículo, el veterinario riosecano intenta aclarar lo qué es una seta, su hábitat y su comestibilidad, precisamente en esta época otoñal de lluvias

Baltasar de la Cruz. Veterinario

La cesta llena de Boletus Pinícola (Máxima calidad culinaria)

Las setas son los cuerpos fructíferos de los hongos. Pondré un ejemplo gráfico: Las manzanas son el fruto (cuerpo fructífero) del manzano, esto es así porque en el interior de la manzana están las semillas del manzano, semillas que van a dar origen a otro manzano; pues bien, los hongos superiores son los que producen esos cuerpos fructíferos que llamamos setas y que hacen las delicias de los paladares más exigentes.

En las setas se encuentra las semillas de los hongos, son las esporas, éstas son microscópicas y una seta es capaz de producir millones de esporas (necesitan producir millones de esporas, para asegurarse de que al menos una de ellas va a germinar y dar origen al hongo productor de esa seta)

¿Qué es el hongo? El hongo es microscópico y vive durante todo el año en el subsuelo, forma una maraña de tubitos que se llaman Hifas, al conjunto de todas esas hifas se llama Micelio, cuando dos tubitos (Hifas) se entrecruzan, en el punto donde se entrecruzan y si las condiciones son las adecuadas, aparecerá una seta. Esta es la explicación de que las setas siempre salen en los mismos sitios. Una buena razón para argumentar la necesidad de cuidar al máximo el entorno, si no lo hacemos, rompemos el Micelio y como consecuencia no saldrán setas, (por eso está prohibido el uso de los rastrillos para buscar níscalos).

Amanita Phalloides , para mí la seta más importante por su toxicidad y por su abundancia

Hablemos un poco de comestibilidad. Para centrar más el tema, tenemos que decir que los términos comestible y no comestible son dos términos erróneos, lo correcto es hablar de tóxicas y no tóxicas, entre los aficionados utilizamos con frecuencia la siguiente expresión (yo la digo a menudo): “Todas las setas que existen son comestibles, algunas una sola vez”. Nos estamos refiriendo a que, aunque sean tóxicas, se pueden comer por error o desconocimiento.

Pondré un ejemplo más gráfico: Hablamos de la Amanita Phalloides, una de las setas más tóxicas (para mí la más importante: 50 gramos puede matar a una persona y es muy abundante en la naturaleza). El sabor de esta setas es dulzón, hasta te puede resultar agradable, pero su toxicidad es tan letal que, al cabo de cuatro a seis horas, comienzan los síntomas, pero comerla la has comido. Acostumbrémonos pues a hablar con más propiedad y hablemos de tóxicas y no tóxicas. Además, por otra parte, existen muchas setas no tóxicas que carecen de cualquier interés culinario.

Para finalizar, recordar que las setas son exquisiteces de la naturaleza, pero nosotros debemos ser más exquisitos. Solo debemos recolectar las que conocemos y los mejores ejemplares. No sirve de nada llenar el maletero del coche de setas; si son para autoconsumo se nos van a estropear, no vamos a ser capaces de consumir tal cantidad, ¿De qué sirve pues recolectar tantas? Mejor pocas y selectas.

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