Música. Escenario a oscuras. Un cofrade enciende dos velas. Jesús, Pedro, Santiago, Juan, Judas, María Madre, María Salomé y María Magdalena. La Última Cena. «En verdad os digo que uno de vosotros me ha de entregar».
Es el inicio de la representación Pasión, que, 25 años después de su estreno, la compañía Teatro Corsario volverá de nuevo a poner en escena en Rioseco esta tarde a partir de las 20.00 horas, regresando al escenario único de la iglesia de Santiago para conmemorar ante su majestuoso retablo barroco el cuarto de siglo de vida de un espectáculo prodigioso, incluido dentro de los Circuitos Escénicos de la Red Provincial de Teatros de Valladolid, promovidos por el Ayuntamiento riosecano, la Junta de Castilla y León y la Diputación de Valladolid, y contando con la colaboración de la Parroquia de Santa María y Santiago y la Junta de Cofradías.
El veterano actor-gerente de Teatro Corsario, Luis Miguel García, señaló la importancia de que la representación vuelva, tras ser durante algunos años en el Teatro Principal, a la iglesia de Santiago, ya que «es allí donde está la Semana Santa riosecana, donde hay un aire especial». García destacó el recuerdo especial que ese día tendrán todos los componentes de la compañía hacia Fernando Urdiales «como siempre que actuamos».
El actor recordó que «Pasión es la obra que nos puso de pie y gracias a ella comenzamos a profesionalizarnos de verdad, hasta el punto de convertirse en el espectáculo fetiche de la compañía que nos identifica allá donde vamos».
Para el alcalde riosecano, Artemio Domínguez, «es un gran honor para todos los riosecanos el que Teatro Corsario haya elegido Rioseco y su iglesia de Santiago para celebrar el 25 aniversario de una representación tan importante». Domínguez destacó el acierto de haber elegido para la representación una fecha anterior a la Semana Santa, ya que «todos estamos ávidos de procesiones, y contribuye al éxito».
De nuevo, los más celebres conjuntos escultóricos vallisoletanos de la mejor imaginería castellana de artistas como Gregorio Fernández o Francisco de Rincón cobrarán vida de la mano de Teatro Corsario en una obra que conserva su esencia desde que fuera estrenada en 1988 de la mano del ya fallecido Fernando Urdiales y tras más de cuatrocientas funciones desde entonces.
Pasión es la expresión barroca que pone en relación su energía interior, a través de figuras devotas o malvadas, con el espacio exterior donde es recibido por el público. Las voces atormentadas y la retórica de sus gestos se mezclan en una sobria espectacularidad que ha hecho de esta obra uno de los montajes mejor valorados por la crítica
Un rico vestuario, casi una copia de la escultura policromada, y un tratamiento visceral llevan este trabajo, concebido como experimental, a la esfera de los sentimientos del espectador. Como si de un viaje de lo divino a lo humano se tratara, la obra Pasión puede ser vista por muchos ojos, y al mismo tiempo, instalarse torturadamente en el corazón de los espectadores.
Al precio de 5 euros, la venta de localidades tendrá lugar una hora antes en la iglesia.