El Club Deportivo Rioseco logró sumar tres puntos de oro para sus aspiraciones en un incómodo encuentro que venció por dos goles a uno, en el derbi provincial, ante el CD Victoria. El choque comenzaba con dominio del CD Rioseco como cabía presagiar, fruto de ello llegaba la primera ocasión clara. Álvaro tras una buena conducción se plantaría solo ante el meta visitante, pero su disparo acabaría en la manos del portero vallisoletano.
Parecía que iba a ser un partido de guante blanco para los locales, pero en el minuto 12, Tato, el mejor jugador visitante, realizaría un disparo envenenado desde la frontal del área ante el que nada pudo hacer Roberto, que suplía hoy al veterano Reguera, colocando un inquietante 0-1 en el tanteador.
A partir del gol llegaron los mejores momentos visitantes, que vieron cómo podían haber aumentado su diferencia si el joven Roberto no hubiera detenido un remate de Medrano con todo a favor. Tras estos momentos de agobio, el equipo local volvió a coger el mando del partido con incisivas arrancadas de Paco y Álvaro, muy activos durante los 90 minutos. En una de ellas el delantero riosecano tuvo el empate, pero se entretuvo en exceso y le arrebataron el esférico cuando ya se cantaba el gol en las gradas riosecanas.
La primera parte agonizaba, pero fue en estos momentos cuando el Rioseco más apretó. El acoso tuvo recompensa con dos goles de Paco que, casi, llegaron de forma consecutiva. Una vez más, Paco –estilete riosecano- se convirtió en el jugador clave del conjunto albinegro.
El primero al rematar con la cabeza de forma impecable un centro desde la banda izquierda y superar por alto al portero israelí del Victoria. Transcurría el minuto 38 y la afición local respiraba un poco tras el zarpazo inicial. Pero acto seguido, cuando todos daban por bueno el empate, a tenor de lo visto en el primer periodo, en el minuto 43, Paco aprovecharía una falta de entendimiento entre la defensa y el portero visitante, para dar la vuelta al marcador. Con un sufrido pero justo 2-1 acababa la primera mitad y, a la postre, el partido.
La segunda parte se iniciaba con un Rioseco muy bien asentado en el campo. En defensa destacaba una vez más Girón, inconmensurable todo el partido y en el centro del campo Sergio Piti, que supo asumir en la segunda parte el rol encomendado.
Las ocasiones locales se sucedieron continuamente y más a raíz de la expulsión de Paredes, quien realizó una dura entrada sobre el goleador del encuentro. La primera oportunidad fue para Adolfo que envió el balón al cuerpo del portero. La segunda fue para Paco que, tras una potente carrera, su golpeo se fue lamiendo el palo y otras dos más para Santos, que había entrado por Álvaro dotando al equipo de más frescura. En mbas el portero visitante le ganó la partida.
Hay una máxima en el fútbol y es que el que perdona lo paga. Pero por fortuna para la parroquia albinegra el domingo no sucedió y los tres puntos se quedaros en la ribera del Canal de Castilla.
Próxima batalla contra el Benavente: un histórico en horas bajas
El próximo domingo el CD Rioseco viaja a tierras zamoranas, más concretamente a Benavente, un histórico en horas bajas. El choque se convertirá en una auténtica final con diferente objetivo: los tomateros por salvar la categoría y los almirantes por conseguir la segunda plaza que puede ser el pasaporte a Tercera División.