Sonrisas y lágrimas, un Goya y cientos de abrazos

Ramón Margareto recibe el cariñoso homenaje de sus paisanos en el salón de Caja España que se llenó por dos veces para ver 'Memorias de un cine de provincias'

Ángel Vázquez. Fotos: Fernando Fradejas

Moncho Margareto ofrece su Goya, en presencia del alcalde.

Por dos veces llenó el salón de actos de Caja España el director de cine Ramón Margareto. Por dos veces, más de un centenar de riosecanos abarrotaron las butacas de este auditorio para rendir un cariñoso homenaje a su paisano y asistir al estreno en Rioseco de Memorias de un cine de provincias, Goya 2011 al mejor cortometraje documental. Por dos veces, Ramón Margareto, (“Sigo siendo Monchín, el hijo de Osmundo y Carmina, un niño de provincias…”, dijo) recibió los abrazos y los besos de sus vecinos, amigos y familiares. Por dos, veces el cineasta ofreció la preciada estatuilla a todos los riosecanos y, también por dos veces, se emocionó ante el sincero cariño que mostraron los asistentes.

Fue un acto sencillo donde el protagonista fue Moncho Margareto, su Goya y, especialmente, su cortometraje: la historia de del Cine Ortega de Palencia, propiedad de su familia, a través de una selección de las películas proyectadas durante setenta años. Un cine que habló en primera persona y relató las sensaciones de aquellas superproducciones como Lo que el viento se llevó, Los Diez Mandamientos o, de forma más moderna, Titanic. Un cine que lloró con películas como Gosth o Sonrisas y Lágrimas, que rió con Chaplin o El Gordo y el flaco, que vibró con los mejores westerns  o con El Padrino y que recordó algunas de las cintas españolas como Bienvenido Mister Marshall o Canción de Cuna (otro Goya riosecano, esta vez a Maria Luisa Ponte).

Ramón Margareto dijo sentirse “más emocionado que el día de los Goya”, recordó a su padre, a quien ha dedicado el corto y que en Rioseco levantó dos cines, el Marvel y el Omy, donde inconscientemente Moncho fue inoculado con el virus del séptimo arte. Además recordó a su tía Satur “ella llegó a cumplir 104 años y en cada aniversario decía ‘muchas gracias por tanto que no me merezco’. Yo hoy os digo lo mismo”, sentenció el director de cine, quien también agradeció todos los mensajes recibidos a través de lavozderioseco.com

Artemio Domínguez, alcalde de la ciudad, antes de entregar un recuerdo al homenajeado, explicó su experiencia personal. “Estaba viendo el fútbol y cuando cambié de canal y vi como le entregaban el Goya a Moncho, fue una alegría comparable a cuando Iniesta marcó el gol de la final del mundial”. El máximo regidor dijo también que Medina de Rioseco es una ciudad de artistas, que nunca había sido reconocida en la disciplina del cine. “Hoy ya tenemos entre nosotros un gran artista y cineasta y esperemos que cuanto antes se atreva con un largometraje, porque seguro cosechará los mismos éxitos”.

La intensa jornada finalizó con la proyección de Memorias de un cine de provincias que cautivó al personal, pero antes Moncho hizo una dedicatoria muy especial: “Y el Goya 2011 es para Memorias de un Ayuntamiento de provincias, de Rioseco films y Artemio Producciones”.

El Ayuntamiento entregó un recuerdo al cineasta.
Muchos abrazos, como el de Don Gabriel.

Con parte de su numerosa familia riosecana, tras acabar el emotivo acto.
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