
Así lo ha decidido un jurado compuesto por algunos profesionales del sector gastronómico como Blanca Jiménez, directora de marketing de la revista ARGI; Julio Valles, presidente de honor de la Academia de Gastronomía de Valladolid; César de la Torre, cofundador de la guía de recomendaciones gastronómicas Paladar y Tomar y Chelo Miñana, experta en comunicación gastronómica y turismo.
Este miércoles el alcalde de Rioseco, Artemio Domínguez, acompañado de algunos concejales y el presidente de Aempryc y de la Cámara de Comercio, Víctor Caramanzana ha entregado el premio a Luis Santamaría, propietario del restaurante vencedor, que decía que es la primera vez que se presentaba a un concurso de estas características. “El pincho ha tenido mucha aceptación”, explica el restaurador, quien dice que lo ha incorporado a la amplia carta del establecimiento.
“Se trata de bacalao y patata cocinado a baja temperatura a 68 grados, para buscar la textura. Con una espina de bacalao y en una cazuela de barro calentamos aceite, se fríen los ajos negros y se introduce el bacalao y sacamos el pil pil”, dice Luis Santamaría. El jurado manifestó que el punto de la cocción del bacalao era “inmejorable”.

Durante la entrega de premios, Lázaro Sanabria ha comunicado que el premio económico (400 euros) iba a ser destinado a la investigación del Síndrome de Angelman, debido a que una amiga del pastelero tiene un niño con esta enfermedad neuro-genética.
Desde la Asociación de Empresarios se valora “muy favorablemente” la iniciativa en la que han participado trece bares y restaurantes de Rioseco. “La demanda de pinchos ha sido importante y el jurado ha manifestado su agrado en cuanto al trabajo y elaboración de los pinchos presentados y del gran número de participantes”, asimismo se ha agradecido la colaboración de los distintos establecimientos.
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