La iglesia conventual de San Francisco está, desde hace unos días, a salvo. Tras la rehabilitación integral de su techumbre que se encontraba en un estado muy preocupante, esta joya arquitectónica riosecana que guarda uno de los mejores museos de arte sacro de la región tiene asegurado el futuro.
Con el paso de los años, la humedad se había colado en el interior y vigas, tirantes y durmientes estaban muy afectados, lo que comprometía seriamente el tejado. La concejal del Ayuntamiento de Medina de Rioseco, María San José, hace unos meses decía que esta intervención era “esencial”.
La teniente de alcalde explicó que la ejecución se realizaría en dos fases. Una primera, para consolidar la estructura de madera que han sido llevadas a cabo por la dirección general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León con un presupuesto inicial de 60.000 euros y una segunda, de la que se ha encargado el Ayuntamiento riosecano.
En esta ocasión, se ha renovado toda la techumbre colocando teja nueva que asegure su correcta impermeabilización. Esta intervención, ejecutada por Construcciones Hermanos Pintado, ha contado con un presupuesto de 75.000 euros, que se ha ejecutado con fondos correspondientes al remanente del año anterior. San José confirmó que aunque mantener todo el patrimonio riosecano supone “una gran carga económica, es obligado mantener el legado para transmitirlo a las próximas generaciones”.