Siempre que uno viaja a una ciudad, especialmente si es turística, puede encontrarse con cientos de suvenires y recuerdos de su paso por esa localidad. A menudo, mascotas y otros objetos típicos representan la idiosincrasia, la cultura o los monumentos más típicos de ese municipio. En Medina de Rioseco, hasta hace bien poco, no existía un recuerdo significativo.
La situación cambió. Primero fueron los cocodrilos del Sequillo, comercializados por la empresa riosecana Wengué. Y es que cualquier visitante queda sorprendido con la piel del caimán que adorna la cancela de la iglesia de Santamaría. Una buena ocasión, sin duda, para llevárselo en forma de piruleta, de camiseta o de cualquier otro recuerdo. Más tarde, ha sido la joven emprendedora y empresaria riosecana Laura Cáneva Lobato quien ha querido inmortalizar toda la esencia de Medina de Rioseco y, en concreto, de su Semana Santa en Riosequito, un simpático cofrade que alegra desde dedales a zapatillas, pasando por libretas o neceseres.
“Desde el año 2007 he estado definiendo la idea de un recuerdo de Rioseco que, a la vez de representativo, fuera atractivo para la venta, y así, poco a poco, es cómo surgió la idea de un cofrade. Ya había realizado uno para la Asociación de Empresarios, y partir de este dibujo fui haciendo modificaciones hasta conseguir un diseño más informal y divertido. Nada más terminarlo surgió espontáneamente su nombre: Riosequito”, explica su creadora, Laura Cáneva, quien registró la marca y la presentó a principios del año 2010.
Desde entonces Riosequito se ha plasmado en multitud de productos para su comercialización, siempre con una calidad muy cuidada. Dedales, imanes, tazas, llaveros, estuches, carteras, neceseres, zapatillas, toallas, libretas… se pueden adquirir en diferentes puntos de venta como la cestita de Labores (en calle armas), el Hotel Vittoria Colonna, el Museo de Semana Santa y de San Francisco, la iglesia de Santa María o el Centro de Recepción de Viajeros del Canal. Sin duda, un simpático regalo que hará recordar con una sonrisa el paso por Medina de Rioseco.