Caminan con el convencimiento de que un mundo mejor es posible. Con cada paso alzan la voz contra los recortes. Con cada etapa concluida aumenta su esperanza y ven el objetivo más cerca. Este domingo, un centenar de personas llegó a la Ciudad de los Almirantes, donde la expedición hizo noche.
La plataforma Asturias en Marcha avanza hacia Madrid, donde el próximo 22 de marzo tienen previsto confluir en la capital de España con otras columnas reivindicativas llegadas del resto del territorio español. Víctor Cueto, uno de los integrantes de la agrupación, está convencido de que ese día más de un millón de personas clamarán en las calles de Madrid contra los recortes del Gobierno Popular.
Cueto confirma que algunos ciudadanos se unen a su marcha. «En Valladolid se añadirán ocho compañeros más». «Exigimos al Gobierno que de marcha atrás en sus recortes, recupere el gasto social y reponga todos los servicios públicos cercenados», dice este parado, que hace algunos años regentaba una restaurante.
La acogida en Rioseco, como en el resto de municipios, ha sido muy buena. Algunos riosecanos, con el edil de IU Ignacio San José a la cabeza, han secundado su protesta. La comitiva, procedente de la cuenca minera asturiana, fue recibida a la entrada de la ciudad por dos gaiteros y la marcha avanzó por la calle San Juan y la Rúa Mayor hasta llegar a la plaza, donde se leyó un comunicado.
Cueto cree que están ganando la batalla en la calle. «Los ciudadanos están hartos de esta situación y todos muestran su apoyo y solidaridad». Cree que la «dignidad» del ser humano está por encima de cualquier política y confía en que la marcha supondrá un antes y un después en el futuro de España.
Muchas emociones, no pocos apoyos
El polideportivo riosecano sirvió de improvisado campamento. La columna, como así les gusta autodenominarse, «funciona a la perfección». Porque además de la protesta, cada uno asume sus responsabilidades en la labor «de organización, logística e intendencia», dice el responsable de la plataforma. «Aquí hay mucha convivencia y muchos sentimientos». Sin ir más lejos, hasta la Ciudad de los Almirantes se ha trasladado un grupo asturiano quien ha agajasado a los andarines con una buena caldereta de cordero, paella, sidra y música de la tierra asturiana. «Ha sido emocionante», concluye Cueto, que agradece las gestiones de Ignacio San José. La meta, Madrid, está cerca y este lunes se acercarán un poco más, concretamente hasta Villanubla, donde fijarán el fin de la décima jornada del camino.