
Flores, una oración que acaricia una sepultura y el recuerdo de los que ya no están. Es el primero de noviembre y el cementerio riosecano se llena de un colorido especial: el de las coronas, los ramos o los centros florales que recuerdan a los que ya no están.
Como es habitual, el Ayuntamiento ha protagonizado a las 12.30 horas una ofrenda floral, junto a la cruz que preside el Camposanto. Junto al alcalde, Artemio Domínguez, han estado presente los concejales María San José, David Esteban, Julio Galván, José Carlos Lobo, Blanca Valbuena y José Manuel Margareto. El párroco José Carlos Fraile ha ofrecido un responso por todos los difuntos.
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