
Afortunadamente, según explican fuentes municipales el suceso no produjo daños personales y enseguida los operarios de obras y una empresa externa se pusieron manos a la obra para solucionar los desperfectos. El informe técnico asegura que el forjado fue elaborado hace 18 años por la empresa Rubiera León, quien presenta “un historial de problemas relacionados con el uso de estas viguetas y bovedillas”.
“Las bovedillas cerámicas utilizadas en la construcción del edificio, elaboradas por Rubiera tuvieron un defecto de fabricación, tal como ha quedado acreditado por multitud de casos anteriores semejantes. El defecto se origina en una mala selección de la arcilla con la que se confeccionaron las bovedillas en esa época. Las bovedillas se fisuran y se parten llegando a desprenderse con el consiguiente riesgo de que el falso techo no aguante el peso de la arcilla y se desplome”, se detalla en el informe técnico elaborado para explicar el desprendimiento.
Las mismas fuentes municipales indican que se está desmontando el actual falso techo de placas de escayola de la totalidad de la planta baja de la biblioteca, para suprimir “las partes desprendidas de las bovedillas defectuosas, fijando aquellas que se mantengan para evitar futuros desprendimientos”. Asimismo, el techos se rematará usando placas de yeso.
Por el momento, se ha cerrado la planta de la sala de lectura, y se ha habilitado el servicio en la primera planta, que tiene acceso independiente. El servicio seguirá funcionando con “normalidad”, según han explicado fuentes de la propia biblioteca y todo hace indicar que en la próxima semana ya se pueda abrir la planta afectada.
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