Pizarro pasea por Rioseco y su memoria en su último libro

El riosecano presenta 'El fulgor de la ceniza' acompañado de Alberto Pizarro, Lola Benavides, Luis Alonso García y Diego Fernández Magdaleno

J.A.G.

De izda. a dcha.: Diego F. Magdaleno, Luis Alonso García, Fernando Pizarro, Lola Benides y Alberto Pizarro

El Fulgor de la ceniza ha sido uno de los libros que el 2011 alumbró para Medina de Rioseco. “Es un paseo por Rioseco como disculpa para pasear por mi memoria, o un paseo por mi memoria para pasear por Rioseco”, así lo ha dicho su autor Fernando Pizarro, quien en compañía de familiares y amigos presentó ayer en Caja Mar su última publicación.

No faltaron sus hermanos José Antonio y Alberto; Lola Benavides, la editora; o sus amigos Diego Fernández Magdaleno y Luis Alonso García. Todos ellos prestaron sus palabras y, también, sus sentimientos en el bautizo -en casa- de este libro que “llevaba muy dentro y que se ha ido gestando y macerando desde la infancia”, tal y como descubrió el hermano del autor, José Antonio Pizarro, instantes después de presentar a todos los intervinientes en el acto.

Fernando Pizarro no ha querido que finalizara el año 2011 sin que El fulgor de la ceniza tuviera su estreno en la localidad, después de algunas presentaciones en Valladolid. Se trata del último de los títulos de la Colección La Ciudad y la memoria, de la Editorial El pasaje de las letras. Lola Benavides, la editora, explicó que se ha pretendido que un escritor descubriera al lector su ciudad. Gustavo Martín Garzo, Óscar Esquivias o Luciano González Egido ya lo hicieron antes. Benavides dice que en esta ocasión se trata de “un libro objeto”, muy cuidado en el contenido y en el continente, en el que se ha unido para siempre el nombre de Fernando Pizarro con el de su ciudad, Medina de Rioseco.

Un emocionado Alberto Pizarro, que hace 17 años también en Rioseco presentó De Enríquez a Manrique: una taurología, habló de recuerdos; de los recuerdos de su infancia, junto a su hermano Fernando; de su familia, especialmente de sus padres; de sus profesores o de las correrías infantiles. “Escribir para Alberto se ha convertido en una función fisiológica más, casi vital. Y El fulgor de la ceniza amalgama objetividad y sentimiento”, aseguró.

El autor dedica el libro tras la presentación.

Luis Alonso García, también escritor –poeta- y riosecano desveló a los presentes que el argumento principal de la nueva obra de Fernando Pizarro es el tiempo. “El tiempo en Rioseco, y el tiempo de sus personajes”. “Una mezcla de historia y literatura; que es lo que me interesa: lo que fue y lo que pudo haber sido. Un relato repleto de silencios, que son los verdaderos protagonistas del libro”, dijo el poeta riosecano, quien concluyó su intervención con una divertida semblanza humorística de quién podría haber sido Fernando Pizarro a través de los siglos.

La tarde iba de letras, pero también de música. Y las letras y la música también brotaron de las palabras de Diego Fernández Magdaleno, escritor y Premio Nacional de Música, dedicadas a Marina Pizarro. “Fernando ha escrito un libro sobre Medina de Rioseco pero el testimonio es inseparable del testigo, él lo sabe mejor que nadie [Fernando Pizarro es juez de la audiencia provincial] y en cada página se encuentra su propia vida”, dijo el músico.

Quienes disfruten de la lectura de El fulgor de la ceniza se encontraran con rincones muy conocidos, personajes muy queridos, retales de un ayer esplendoroso, recuerdos para saborear junto a una buena chimenea, pequeñas historias que hicieron grande a esta ciudad. Todo ello aderezado con una cuidada prosa.  Pizarro, que aunque naciera en Villabrágima creció en la Ciudad de los Almirantes sentenció que “mi patria es Rioseco, porque Rioseco es mi infancia”, antes de finalizar diciendo que “me conformo con un lector que a lo largo de las páginas del libro reconozca su propia huella”.

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