Piden a los bares que bajen el volumen al paso de las procesiones

Ayuntamiento, Junta de Cofradías y Aempryc remiten una carta a hosteleros y comerciantes donde además se solicita que retiren la primera fila de las terrazas

Después de lo vivido el pasado año en las procesiones del Jueves y Viernes Santo, donde se criticó el exceso volumen musical de algunos bares al paso de los desfiles penitenciales, en esta ocasión el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, con la colaboración de la Junta de Cofradías y la Asociación de Empresarios, han remitido un escrito a los profesionales de la hostelería en la que se piden una serie de medidas “de fácil cumplimiento”.

procesion“Nuestra intención es seguir mejorando y dar realce a nuestras procesiones, por lo que os proponemos una serie de medidas que ayuden a mejorar la imagen que dan los establecimientos comerciales y hosteleros al paso de las procesiones, más si cabe en este año 2015, en el que Televisión Castilla y León ha programado la retrasmisión de las procesiones del Jueves y del Viernes Santo de nuestra Ciudad”, explican en la misiva.

En la carta aconsejan “bajar el volumen de la música o retirarla al paso de las procesiones” y como segundo punto fundamental: “retirar la primera fila de las terrazas de los establecimientos, al fin de facilitar la colocación del público que sigue los desfiles”.

“Creemos que son medidas de fácil implantación y que no tendrá ninguna influencia en el desarrollo de vuestra actividad comercial, pero sí muy importante en la imagen que se trasmite de nuestras procesiones”, dicen en la carta que va firmada por el propio alcalde de la ciudad, Artemio Domínguez; el presidente de la Junta de Cofradías y el presidente de la Asociación de  Empresarios, Víctor Carmanzana.

Unas medidas necesarias pero no suficientes
Ya el año pasado en un editorial, La Voz de Rioseco exigía medidas para acabar con el desorden procesional al paso de la calle Mayor, donde la algarabía era más propia de una verbena que de un desfile penitencial. Las peticiones que ahora hacen Ayuntamiento, Junta de Semana Santa y Aempryc a los empresarios de la hostelería de bajar el volumen y retirar la primera fila de mesas y sillas de las terrazas, siendo necesarias, se quedan cortas. Es imprescindible, ya, reducir la iluminación del alumbrado público para crear un ambiente más recogido; algo a lo que podría contribuir también una reducción de la iluminación de escaparates de comercios. Quizá antes de que se iniciara la procesión una megafonía podría comunicar que va a pasar un desfile penitencial y religioso para pedir el máximo silencio posible y solicitar que los espectadores no crucen la calle como si estuvieran de paseo. Es un problema complicado con una solución difícil, pero no imposible. Esperemos que esta medida sea el inicio de que la calle Mayor recupere la solemnidad de la procesión que ya no tiene, y que hay que buscarla en calles como Mediana, en Jueves Santo, o Pablo Iglesias, el Viernes.

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