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¿Fue el primer torero de a pie de la historia riosecano? Parece que sí, al menos uno de los tres primeros profesionales del toreo tal y como hoy lo entendemos. Las últimas investigaciones del médico, escritor y aficionado de Rioseco, Alberto Pizarro, fijan que Perico Nieto en septiembre de 1663, junto a Andrés Serrano y Pedro Morcillero (de León y Salamanca), formaron la primera cuadrilla de toreros profesionales de la que se tienen datos para estoquear toros en Valladolid.
Así lo aseguró en una magnífica conferencia titulada Rioseco, concuna del toreo que fue impartida en el Teatro Principal en la primera de las tertulias del ciclo Coso del Carmen que organiza la Asociación taurina Riosecana. Alberto Pizarro asegura que, aunque los méritos de los inicios del toreo a pie se lo han llevado otros como Costillares, Pedro Romero o Pepe Hillo, entre otros, fue la terna anteriormente descrita los primeros que torearon bajo unas reglas, más allá de los conocidos “matatoros”.

“Y donde hay torero también ha ganaderos”, dijo Pizarro, quien aseguró que Rioseco se convirtió en el siglo XVII en “expendeduría de toros”. El ganado de Bevante, Francisco de Paz y viuda, Juan Barbadillo, Familia Enríquez, que uno de sus toros mató por primera vez en la historia a un torero –José Tomás Flores-, Josep de Barbadillo o María Salcedo. Tantos toros hubo en la zona que la Ribera del Sequillo desde Rioseco a Villabrágima era de cabaña brava, apuntó el conferenciante.

Hubo referencias a la construcción del Coso del Carmen y a lo que considera la edad de plata del toreo riosecano con la presencia de Bernardino Cabañas y Gumer Galván y, más recientemente, con Jorge Manrique y César Manrique, ambos matadores de toros. Y si Rioseco fue ciudad taurina en los inicios de la Fiesta, la segunda edad de oro llegó “con la canonización de un santo laico como San Peralta”, al que Alberto Pizarro considera «el duodécimo almirante riosecano». “Ángel Peralta ha mandado en Rioseco tanto como los Almirantes y, por supuesto, ha toreado más”.
Alberto Pizarro terminó su conferencia con una apocalíptica visión del futuro de la fiesta, que está amenazada no solo por los sectores antitaurinos, sino también por la política, los nacionalismos, la frivolidad, las revistas de bajamelabraga, la humanización de los animales, la excesiva toreabilidad de los toros y advirtió del daño que la Ley Antitabaco puede hacer en la Fiesta si se prohíbe fumar en las plazas de toros. Con estos negros nubarrones quizá haya que ir a ver corridas a Francia o Portugal, apostilló Pizarro.
Por último, finalizó con una reflexión en clave riosecana y sugirió que una ciudad taurina como esta no puede carecer de festejos importantes y también volvió a insistir en la posibilidad de crear un museo taurino para la ciudad de los Almirantes, que él prefiere llamar pueblo, su pueblo natal.
El periodista riosecano José Ángel Gallego dio la bienvenida a estas quintas jornadas culturales y explicó que el objetivo de la Asociación Taurina Riosecana, que agrupa a más de medio centenar de jóvenes, es la de promocionar el mundo de la Fiesta y destacar su aspecto cultural. La primera de las jornadas –que tendrá su continuidad este sábado, finalizó con la proyección del audiovisual que resume la cuarta becerrada benéfica celebrada en las fiestas de San Juan y la entrega de obsequios a todos sus participantes.
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