‘Pasan los pasos y los llevan los mozos’

Afortundamente en la Semana Santa de Rioseco todo sigue igual. Los niños juegan a ser mayores con sus pasos de madera, soñando aquel lejano día en el que les nombren para sacar el paso y los mayores recuerdan con añoranza esa otra lejana Semana Santa en que desfilaron por vez primera de la mano de su padre. Y es que ya lo dijo don Miguel: 
Era la misma procesión de antaño.
El anciano cree ver la que vio de niño,
y el niño, aún sin darse de ello cuenta,
espera ver la misma cuando llegue a anciano,
si llega… Y no ha pasado más;
ni monarquía, ni dictadura, ni revuelta, ni república.
Pasan los pasos.
Y los llevan los mozos