Esbelto, inhiesto, poderoso. La silueta del Cristo de la Paz avanza en el atardecer de un Viernes Santo. El cielo riosecano, atronador; Jesús de Nazaret muere en una Cruz. Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Lucas 23:34.
«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen»
Foto: José A. Gallego