
El sevillano, precisamente, llegó al corazón de sus seguidores –los más habituales y los no tanto- con las canciones de su nuevo trabajo: Volver a ser niño, El niño y el Vagabuno o Seguiré siendo de campo, entre otras. Pero el momento estelar del concierto llegó cuando subió un niño al escenario, tocado con una gorra visera como la de Candela, le sentó una silla y le dedicó su canción más conocida: Siéntate a mi vera, que coreó toda la plaza de toros.
Hasta Medina de Rioseco llegaron gentes de pueblos de toda la comarca y de otras provincias. Un autobús de Burgos y otro de Asturias, de seguidores del sevillano, no quisieron perderse un concierto que fue a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer una vez que la organización, el Club de Caballistas Riosecanos Hermanos Peralta, lograra salvar gastos.
El flamenco de Paco Candela, que permaneció más de una hora firmando discos y fotografiándose con sus seguidores, dio paso a una animada discomovida; aunque antes -y como teloneros- el grupo andaluz Lubrican calentó el ambiente. La temperatura era ideal y el marco, la plaza de toros riosecana, incomparable para una noche de sábado, en la que las fiestas de San Juan se adelantaron por unas horas.
PORTADA
RIOSECO
CULTURA
DEPORTES
SOCIEDAD
EDUCACIÓN
SEMANA SANTA
TV/RADIO
OTRAS VOCES
