
El 30 de junio de 2017, el músico riosecano Pablo Magdaleno hubiera cumplido 100 años. Sus nietos y sus bisnietos, también músicos, le rindieron un emotivo homenaje que abarrotó el Teatro Principal e hizo que la música de Pablo le convirtiera en inmortal.
Miguel García Marbán, director del Museo de San Francisco y conductor del acto, recordó que Pablo Magdaleno fue hijo de Toribio, organista en la iglesia de Santa María, profesor de música y directo de la banda municipal. Enseñó música a sus hijos Columbiano, Eutasio y Pablo; este último tocaba todos los instrumentos de la banda, aunque especialmente dominaba el saxofón y el piano y fue durante muchos años director de la banda municipal de Rioseco”, dijo García Marbán, quien expresó que la vida de Pablo fue la música.

Se vivieron momentos especiales, cuando Diego y su hijo Pablo formaron un dueto de piano o violín; o cuando Pablo y su hijo Diego interpretaron Pinocho in guerra de Vincenzo Billi a piano a cuatro manos. Luego se sucedieron composiciones de Pablo Magdaleno: de Semana Santa con Marcha fúnebre de la Oración del Huerto, Madre Santa o Marcha Fúnebre al Cristo de la Paz y el pasodoble dedicado a Francisco Rivera Paquirri. Otro de los nietos, David Gómez, vocalista de Mestizo interpretó en acústico sus temas: Lo que hago contigo, Lo que nunca te dije y Castillos en el aire. Tampoco faltó la prodigiosa guitarra española de Álvaro Fernández Magdaleno, el pequeño de la saga familiar de músicos.

“Cuando hablamos de patrimonio, la mayoría de las veces nos referimos a lo visible, a las extraordinarias obras que vemos, tocamos y forman una imagen concreta de un espacio físico. Sin embargo, hay un patrimonio que es igualmente real, pero que carece de esa materia palpable. Pablo Magdaleno fue una de las personas que, de un modo más intenso, ha creado esa geografía interior de Medina de Rioseco”, aseguró su nieto.
También tomó la palabra el ex alcalde Manuel Fuentes, quien aseguró que este acto “nos recuerda quiénes somos, de dónde venimos y quién tenemos que agradecer”. El que fuera regidor en la década de los 70 definió a Pablo Magdaleno como un “hombre bueno, altruista, desinteresado e ilusionado y con una rica personalidad, de la que hemos sido beneficiarios directos los riosecanos”.
Fuentes, que lanzó el guante de la creación de una publicación que recoja la rica historia de la centenaria Banda Municipal, se dirigió a Pablo Magdaleno que “sé que me estás escuchando” para decirle que se sienta “orgulloso de su obra”, porque su legado ha sido recogido por sus hijos, sus nietos y sus bisnietos, y “reconocido por el agradecimiento de tu ciudad, Medina de Rioseco”.
El actual alcalde de Rioseco, David Esteban, aseguró la dificultad de separar en este acto su “condición como músico”. Dijo que “recordar es luchar contra el olvido y pasar por el corazón”. “Hoy la presencia de Pablo tiene un lugar preferente en la memoria de los riosecanos. La música de vuestro abuelo es la mejor forma de que esté con nosotros”, concretó.
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