
Pero la película tiene, al menos, tres problemas que, aunque no invalidan de ninguna forma este film clásico, es necesario señalar.
Por un lado, no se logra, en algunos aspectos, transmitir ni esa intensidad ni esa emoción necesarias -algo extraño en el gran director que es Stahl- que requieren esas temáticas, tan serias y trascendentes, en las que apenas se profundiza.
Por otra parte, existe reiteración en el contenido de varias secuencias (fiestas y recepciones que nada sustancial aportan), provocando un pequeño deterioro en la fluidez narrativa del film.
Finalmente, se distingue cierta frialdad en la relación entre los personajes que los distancian un tanto de sí mismos y del punto de vista del espectador.
Aunque, como ya se anotó anteriormente, el auténtico clasicismo que destila, la elegancia de su factura, el memorable plantel de actores y muchos acertados momentos, especialmente en su segunda parte, hacen que esta cinta permanezca del todo válida, sea contemplada con facilidad y resulte muy atractiva.
https://www.youtube.com/watch?v=-g83x17kk6Q
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