Muere a los 52 años el carpintero y cofrade José Agustín Moras

Cofrade del Nazareno de Santiago y de la Crucifixión, había realizado el tablero de su Nazareno y colaborado en el de la Clemencia

Miguel García Marbán. Fotos: Jesús Ubal

El carpintero fallecido, junto a su padre Manuel Moras, su auténtico maestro

Mencionar el apellido Moras en Medina de Rioseco es asociarlo inconfundiblemente a una popular familia que durante cinco largas  generaciones se han dedicado al noble y antiguo oficio de la carpintería. Por eso, esta mañana, cuando se conocía la triste noticia de la repentina muerte de José Agustín Moras a los 52 años, la contestación entre todos los riosecanos venía a romper la tradicional alegría del día de Reyes.

José Agustín Moras llevando el Longinos

José Agustín había mamado el oficio familiar junto al mejor profesor que podía tener, su padre, Manuel, convirtiéndose en un experimentado y meticuloso carpintero, que tenía gran orgullo por algunos de sus trabajos realizados, como el tablero del paso del Nazareno de Santiago, su colaboración en el del Cristo de la Clemencia o, más recientemente, la difícil recuperación de las bellas cajoneras de nogal de la sacristía de la iglesia de Santa María.

Junto a su familia, sus amigos y su oficio, José Agustín tenía su vida repartida entre su especial devoción al Nazareno de Santiago y la Santa Verónica y al Longinos y su constante afición a la fiesta de los toros.

Hace unos años tuve el honor de realizar un reportaje sobre la tradición familiar de la carpintería, José Agustín bajo la atente mirada de su padre, me explicó que “una vez que tienes el tablón el siguiente paso es cortarlo”, Más tarde se escuadra (buscar un canto y una cara recta), se  regruesa (buscar las dos caras para que tengas las medidas necesarias), se traza (saber donde va llegar cada pieza) y se escoplea (hacerle las ranuras donde van a entrar las espigas. Después se meten las molduras o los rebajos dependiendo de lo que vaya a llevar. “Por último, lo armas, lo encolas y lo lijas”.

Experiencia, dedicación y orgullo se esconden tras las palabras de un buen artesano que quedarán grabadas en el recuerdo de todos lo que conocimos a Jose, en especial en el de sus padres, Manuel y Águeda, y en el de sus hermanos, María Luisa, Natividad y Manuel, al igual que sus numerosas horas de trabajo en la carpintería que abriera su padre en el año 1961 en el corro San Miguel. Un lugar en el que, en medio de olor a madera, siempre había un momento para unas cuantas palabras de amistad y para su amable disposición a echar un cable al que lo necesitara.

A todos sus familiares, cofrades y amigos, nuestras más sinceras condolencias. José Agustín, descansa en paz. El funeral tendrá lugar mañana lunes a las 16.30 horas en la iglesia de Santa María. Capilla velatoria en el Tanatorio El Salvador (en carretera Nacional 601, junto al Convento de Santa Clara).

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