

Miguel Moura, el hijo de aquel figura a caballo portugués, demostró buena monta y estuvo más certero en las suertes que su compañero de terna. En el primero, el más potable de la corrida, cortó dos orejas y en el rajado tercero dio la vuelta al ruedo. Por su parte, Ginés Cartagena, bullidor y voluntarioso, aunque un tanto despegado en los embroques y poco acertado con las banderillas cortó una oreja en cada animal que lidió.
En el de colleras lograron dos orejas y fue donde se produjo el feo percance, por el que Cartagena tuvo que ser atendido en la enfermería y trasladado a un centro hospitalario. Este domingo debería torear en Alicante pero la lesión sufrida en el hombro se lo impedirá y será sustituido por Manuel Manzanares.
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