Cervantes escribe esta su última novela ejemplar en el ocaso de su vida, apenas unos años antes de su muerte, demostrando con maestría un pesimismo irónico que le hace adelantarse a su tiempo con una narración sin par ni precedentes en su modernidad. Escenifica la conversación entre dos perros, llamados Cipión y Berganza, que al comprobar que han adquirido la facultad de hablar deciden contar sus experiencias con distintos amos en la España de la época, y a esperas de que una profecía les convierta en hombres. El enigma se resuelve sorpresivamente tras una fantasmal aparición que explicará el porqué de su mágica transformación.