Amigo: «El Ceomico es pequeño, pero es el paso más grande»

El cardenal Carlos Amigo presidió una emotiva misa de acción de gracias donde se bendijo el nuevo tablero y la Vara de su cofradía del Atado a la Columna

Fotos: Fernando Fradejas y David Carpintero

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ceomico2El cardenal-arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo, regresó una vez más a sus orígenes, a su cofradía riosecana. Sus hermanos de Jesús Atado de la Columna lo homenajeaban en una solemne misa de acción de gracias, presidida por el purpurado riosecano, en la iglesia de Santiago de los Caballeros, que sirvió además para bendecir el nuevo tablero y la Vara Mayor y reconocer a tres hermanos con más de 50 años de pertenencia al seno de esta popular cofradía, conocida como Ceomico.

En una hermosa eucaristía, Amigo recordó que es necesario “dar gracias a Dios porque nos ha puesto unas columnas muy sólidas para apoyarnos”. Y las cifraba en tres: “En primer lugar la fe; la otra columna indiscutible es la familia que cuando todo parece que se derrumba siempre está firme y, por último, la columna del pueblo, de la tradición, de la cultura, de todo aquello que se ha convertido en una segunda vida”, dijo.

Ante la imagen con la que procesionó en su juventud, Jesús Atado a la Columna, y de la que es Hermano de Honor, monseñor Amigo hizo todo un alegato de la columna. “Antes era símbolo de vergüenza, sufrimiento, ignominia; ahora es señal de veneración, de paz grande para el corazón; porque a la Columna se ha abrazado Cristo. Yo me abrazaré a la columna para que mis hijos siempre tengan las manos libres”, se dirigió a sus hermanos.

Tuvo recuerdos para el popular sonido del tapetán y también se dirigió a la bella talla titular de la cofradía. “¿Cómo es posible percibir en su cara tanta tranquilidad, tanta paz, si el dolor es grande?” Se preguntaba el cardenal. “El rostro parece casi sonriente: para que mis hijos no me vean llorar ni sufrir”, contestó inmediatamente. “Es la fuerza inexplicable del amor”, para concluir llegando a lo más dentro de sus hermanos cofrades. “Nuestro Ceomico es probablemente la imagen más pequeña de la Semana Santa riosecana, pero para nosotros es el paso más grande y querido”.

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Reconocimientos y tarde de emociones
El cardenal-arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, procedió a bendecir los nuevos enseres: la restauración del tablero efectuada por Antonio Fuentes y la nueva vara de Mayordomía que ha elaborado el también hermano José Sánchez. Al final de la misa, el presidente de la hermandad, Javier Justo, entregaba unos reconocimientos a estos dos hermanos, así como a Alejandro Bastardo, por su colaboración en el aspecto eléctrico y al que fuera durante muchos años presidente de la hermandad Jesús García. Por último, los hermanos Pilar Nanclares, María José Lobato y Jesús Amigo fueron homenajeados por haber cumplido sus bodas de oro como cofrade de Jesús Atado a la Columna. El actual presidente llamaba a la oración “por todos aquellos hermanos que nos han precedido”.

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