Medio centenar de personas en la ruta de senderismo nocturna

Los caminantes se acercan hasta la esclusa séptima del Canal de Castilla y regresan en barco en una actividad promovida por el programa Recrealia

Texto: Ángel Vázquez. Fotos: Fernando Fradejas y J.A.G.


Ver atardecer en el Canal de Castilla mientras se disfruta de un agradable paseo por sus caminos de sirga no tiene precio. Tomarse un cafetito en la esclusa séptima acompañado de una deliciosa pasta de la repostería riosecana bajo la luz de la luna, tampoco lo tiene; y regresar en barco en medio de una fresca noche de julio bajo las sombras inquietantes de los árboles reflejadas en la lámina de agua, mucho menos. Pues bien todas estas sensaciones fueron las vividas en la tarde-noche del viernes por más de medio centenar de riosecanos que participaron en esta ruta de senderismo, enmarcada dentro del programa de ocio juvenil Recrealia, que lleva a cabo el Ayuntamiento de la ciudad.

El grupo partía alrededor de las nueve de la noche desde la dársena riosecana. Por los caminos de sirga recorría los ocho kilómetros que dista la esclusa séptima, mientras lentamente caía la noche en el horizonte de tesos y campos dorados que ya van regalando su fruto. Cada uno a su ritmo, algunos conversando en grupitos, en medio de un buen ambiente. Casi hora y media después se alcanzaba el objetivo de la séptima esclusa, donde el barco Antonio de Ulloa esperaba a los caminantes. Allí, para reponer fuerzas, la organización ofrecía a los participantes un café con leche y unas pastas típicas de la tierra.

El regreso en barco fue tan placentero como la caminata, especialmente para los privilegiados que pudieron ir en la proa de la embarcación dejándose acariciar por la brisa canalera, aunque algo fresca, muy relajante. El capitán Roberto demostró su pericia a los mandos del navío y, sin prácticamente ayuda de luz artificial, descendió la esclusa y partido rumbo a la dársena del Canal de Castilla, donde finalizó esta inolvidable experiencia para muchos de los participantes, especialmente algunos niños que tuvieron el privilegio de pilotar el barco.

Estudiantes de EEUU y Canadá descubren la magia del Canal
Pero si la actividad, una de las más demandadas dentro del programa de Recrealia según su responsable Fernando Ballesteros, fue bien acogida por los riosecanos; aún mucho más sorprendente fue para un grupo de jóvenes estadounidenses y canadienses, que participan en un programa de intercambio con familias de Medina de Rioseco, Tordehumos, Montealegre y Villabrágima. Jordán Romm, coordinador de la experiencia, se mostraba encantado con esta actividad senderista en la que los estudiantes descubrieron la magia del Canal de Castilla. Asimismo, los diez jóvenes de entre 14 y 17 años que permanecerán en España hasta el próximo 26 de julio tienen previstas otras actividades como sendas excursiones a Salamanca y Burgos, un curso de cocina castellana, una actividad en el campamento urbano y hasta un partido de fútbol contra el CD Rioseco. Romm aseguró que “la cantidad de castellano que se puede aprender en tres semanas conviviendo con familias que sólo hablan ese idioma es impresionante”.

Caminantes junto al barco Antonio de Ulloa.
Al llegar a la Séptima, un refrigerio.

Antes de embarcar en medio de la noche cerrada.
Una niña pilotando el barco junto al capitán.

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