Medina de Rioseco conquista un pedazo del corazón de Bilbao

La Ciudad de los Almirantes encandiló este fin de semana a selecto grupo de bilbaínos que visitaron la localidad de la mano del riosecano Jesús Ubal

Texto: Miguel García / Fotos: Jesús Ubal


Es importante tratar bien a nuestros visitantes porque el objetivo final es conseguir que encuentren una buena razón que les haga volver. Y siempre se vuelve a aquellos lugares que te tocan en el corazón. Un sentimiento con el que se fueron los cerca de 70 bilbaínos que, de la mano del riosecano Jesús Ubal, visitaron Medina de Rioseco el pasado fin de semana.

Un selecto grupo de personas entre los que se encontraban destacados miembros del prestigioso Club Saguzar como el catedrático de la Universidad de Deusto, escritor y periodista, Alfonso Carlos Saiz de Valdivielso, el ingeniero industrial Alfonso Ausín, el arquitecto Fernando Barrio, el farmaceútico y empresario Imanol Elorrieta, el periodista y escritor Carlos Bacigalupe, el catedrático de Bioquímica y Bilogía Molecular de la Universidad del País Vasco, Félix Goñi Urcelay, el maestro relojero Santos Alonso o el empresario bodeguero José Ángel Madrazo Real de Asua.

También llegaron desde Bilbao,  el empresario y presidente del Grupo Erhardt, Eugenio Erhardt Oraá, los registradores Julio García y Leopoldo Sánchez, este último regreso a la ciudad en la que tantos años desempeñó su profesión, los abogados Rafael y José Bustamante, Gerardo Dondiz y Juan Carlos Martínez y los empresarios Javier Galán y Pedro de Andrés.

Sin duda, el éxito del viaje fue el cariño y mimo con el que Jesús Ubal preparó un exclusivo viaje que se inició el viernes a media tarde cuando el grupo visitó la Capilla de los Benavente de la mano del que fuera párroco riosecano Gabriel Pellitero. Más tarde, el guía de Santa María José Fernández explicaría la iglesia y el retablo mayor, y el secretario de la Cofradía de la Crucifixión, Javier Ubal, daría las explicaciones pertinentes en la Capilla de los Pasos Grandes.

La cena, que contó con la presencia del alcalde riosecano, Artemio Domínguez, dio paso a la visita nocturna teatralizada al Museo de San Francisco en la que, una vez más, el actor riosecano Miguel Gutiérrez se convirtió en un fraile franciscano para sorprender a los visitantes.

La mañana del sábado se inició, de la mano del también riosecano José María García, con un paseo por las calles riosecanas con especial atención a las antiguas puertas de la muralla. También, se llevó a cabo las visitas al Museo de Semana Santa y a la exposición de Las Edades del Hombre. Tras la comida, un gratificante paseo en el barco Antonio de Ulloa y la visita a la Fábrica de Harinas San Antonio darían lugar en el Centro de Recepción de Viajeros del Canal de Castilla a una cata de vinos a cargo del sumiller del Museo del Vino, Miguel Ángel Benito, en una agradable velada que fue presentada por el responsable de los centros turísticos de la provincia, Francisco Fuentes. El domingo el grupo se trasladó a Medina del Campo para completar la visita de Passio como fin de un viaje que muchos de sus participantes han coincidido en calificar como “perfecto” y difícil de mejorar. Una visita a Rioseco en las que de forma perfecta se ha maridado el disfrute de un magnífico patrimonio artístico con la degustación de la más sabrosa gastronomía y repostería.

Quizás las gratas sensaciones y emociones de todos estos bilbaínos se podrían resumir en las palabras del veterano abogado de 80 años José Bustamante quien, al salir de la visita nocturna del Museo de San Francisco, expresó “como dicen ahora los jóvenes esto es una pasada”.

El fruto de este viaje no se ha hecho esperar: un buen número de personas del grupo ya ha confirmado su deseo de volver a Rioseco para disfrutar de su Semana Santa. Sin duda, el mejor resultado es que este grupo de bilbaínos han pasado a formar parte de nuestros mejores embajadores.

No es la primera vez que Rioseco y Bilbao se unen por el patrimonio y el turismo. En el pasado mes de abril una delegación de riosecanos viajó hasta la ciudad vasca para promocionar la Semana Santa de la Ciudad de los Almirantes, en un acto que tuvo una gran repercusión y en el que también colaboró activamente Jesús Ubal. [Así fue el acto promocional de la Semana Santa riosecana en Bilbao]

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