Luis Ángel Lobato y José Zorrilla, unidos por la poesía

La casa natal del poeta acogió el Bautismo de Recuerdo del poeta riosecano que contó con Domínguez, Alonso, Piedra y Fraile como padrinos

Miguel García Marbán

La poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio, qur escribió Federico García Lorca. Un bello misterio brilló con luz propia el jueves por la tarde en la Sala Narciso Alonso Cortés de la Casa de José Zorrilla con motivo del Bautismo de Recuerdo que el poeta riosecano Luis Ángel Lobato recibió ante el alcalde riosecano, Artemio Domínguez, el poeta Luis Alonso, el director de Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra, y el editor y poeta, Eduardo Fraile, que oficiaron de padrinos.

El propio poeta riosecano, quien agradeció al Ayuntamiento de Valladolid la iniciativa, inició la velada haciendo un recorrido por cada una de sus poemarios, antes de que cada uno de sus padrinos leyeran varios poemas de Ritual de naufrago, Galería de la fiebre, Pabellones de invierno, Regreso al tiempo, Brillante, Lámparas y Dónde estabas el día del fin del mundo.

Antes de su lectura, Antonio Piedra, editor de Galería de la fiebre en la colección Cortaelaire, relacionó la poesía de Lobato con la del griego Empedocles, ya que “es la poesía que tiene muy claras las cosas elementales, un fuego se apaga con oro fuego”. La velada llegó a su fin con el compromiso de Luis Ángel Lobato por seguir fiel a la poesía y el brindis de todos los presentes al son de los versos de José Zorrilla.

Cantemos y bebamos,
que cuando venga el día
el sueño de la orgía
lo volverá a apagar.

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