Los hay que no tienen relleno, los hay que llevan en su interior nata o crema, los hay pequeños y grandes, los hay con más o menos adornos, los hay con más o menos regalos de sorpresa, sin embargo, todos son redondos y están muy sabrosos. Son los roscones de Reyes que no puede faltar en ninguna casa cada 6 de enero. Por eso, tanto hoy como mañana, las pastelerías y reposterías riosecanas ofrecen sus más exquisitos roscones para ser degustados en compañía de amigos y familiares en un día tan especial y mágico.
El origen del roscón no tiene nada que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al niño, sino que parece estar relacionado con las saturnales romanas, aunque en la actualidad se lo relaciona de forma directa con una representación complementaria y comestible de la corona de adviento (tradición cristiana que simboliza el transcurso de las cuatro semanas de adviento).

El antropólogo Julio Caro Baroja recoge en su obra El Carnaval dos testimonios del siglo XII sobre el Roscón de Reyes o el Rey de la Faba. El primero corresponde al Reino de Navarra, donde en 1361 se designaba Rey del Faba al niño que encontraba el haba en el roscón -como en la actualidad-; el segundo testimonio corresponde a Ben Quzman, poeta andalusí, quien en su Cancionero describe una tradición similar con una torta (hallón o hallullo, vocablo que permanece en Granada) en el año nuevo que contenía una moneda. Tradiciones ambas que se han conservado durante siglos. En Francia toman el Gâteau des Rois que es idéntico a nuestro roscón y la Galette des Rois propia del norte del país.Es muy probable que de la tradición española (Navarra, Andalucía, ..) derive la tradición del Tortell de Reis. En cualquier caso, la popularidad del roscón de Reyes en el conjunto de España es relativamente reciente y en algunas zonas, de pocos años.
El pastel que se hace en nuestros países tiene forma de rosca, más o menos imitando una corona real, cubierto de frutas escarchadas, que semejan las joyas de la corona, y tiene escondido en su interior una pequeña sorpresa, a veces de gran lujo y valor. La tradición dice que quien la encontraba tenía que pagar el roscón, puede que por influjo francés haya cambiado el sentido y ahora se le hace rey de la fiesta o, en otros casos, se dice que el que encuentra la sorpresa tendrá suerte el año siguiente.
El Roscón de Reyes original (o clásico) no suele llevar ningún acompañamiento o ingrediente añadido pero desde el último tercio del siglo XX se preparan variedades con nata, crema, crema de chocolate o cabello de ángel en su interior, y suele contener de uno o más regalos o «sorpresas» según el tamaño del roscón.
Desde la vozderioseco.com deseamos que los Reyes Magos sean generosos con todos los riosecanos y que vengan cargados de los más fantásticos regalos.
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