Es una imagen habitual en La Navidad. Igual que el día de la lotería, los niños de San Ildefonso cantando los números. Los brindis en Nochevieja o la Misa del Gallo de Nochebuena. Hablamos de las largas colas que se forman en las reposterías riosecanas para adquirir el producto más preciado en la noche de Reyes: el roscón. Según ha consultado este diario, parece que la crisis no ha detenido el dulce apetito de los riosecanos que se han lanzado a por este producto navideño, que sin duda endulzará la noche más mágica del año, especialmente para los pequeños de la casa.
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