Los medios de comunicación como motores de desarrollo

El colaborador de lavozderioseco.com, Miguel García Marbán, participa en una mesa redonda en Torrelobatón y analiza el papel de la prensa en el medio rural

Redacción. Fotografías: Fernando Fradejas

Imagen de la mesa redonda llevada a cabo en la localidad de Torrelobatón.

La Asociación Cultural El Castillo de Torrelobatón celebró ayer por la tarde, en el Centro Cultural de la localidad, su undécimo  aniversario  con una mesa redonda que llevó el título de El papel de los medios de comunicación en el desarrollo local. En el mismo acto se presentó el octavo número de la revista ‘Grimata’ que edita esta asociación con más de 60 colaboradores. Al acto asistieron más de 200 personas.

En la mesa redonda participaron la alcaldesa de Torrelobatón, Natividad Casares, la presidenta de la Asociación El Castillo, Laura Negro, el corresponsal de El Norte de Castilla en Wamba, Javier González, y el de El Día de Valladolid y colaborador de lavozderioseco.com, Miguel García Marbán, quien defendió que los medios de comunicación tienen que ser la voz de los pueblos que de a conocer su patrimonio cultural, artístico y natural como su más preciado tesoro que se convierta en un importante atractivo turístico de desarrollo local que evite la despoblación.

García Marbán durante la mesa redonda.

El colaborador de lavozderioseco.com aseguró que “la influencia de los medios sobre nuestras imágenes del mundo es notoria y real, ya que éstos influyen en muchas facetas de nuestra vida cotidiana, a veces sin darnos cuenta”. Por eso, destacó que los medios de comunicación “tienen que ser la voz de ese fuerte deseo que tengan los pueblos por tener un futuro esperanzador”. García Marbán finalizó su intervención con la cita de Borges que dice “el ejercicio de un profesor de literatura es hacer que sus alumnos se enamoren de una obra, de una página o de una línea” para expresar que “quizás la obligación de los corresponsales de un periódico provincial sea que nuestros lectores se enamoren de una iglesia, de un paisaje, de un castillo, de procesión o de un antiguo rito para que sientan la necesidad de conocerlo, y una vez que lo conozcan que tengan la necesidad de volver, y seguro que vuelven, porque siempre se vuele a aquellos lugares que nos tocan el corazón”.

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