Los Medina, mercaderes burgaleses en Rioseco (I)

En anteriores artículos hemos podido analizar la genealogía de algunas grandes familias de mercaderes riosecanos, los Aguilar y los Pinto, así como su importancia en la economía, la historia y el patronazgo artístico de nuestra ciudad. Hoy realizaremos un recorrido por otra de esas grandes sagas, los Medina.

Según se recoge en la Limpieza de Sangre, realizada y publicada por Jerónimo de Aguilar Medina-Prado (conocido protector del convento de San José), el origen de los Medina estaba en un pueblecito burgalés llamado Arconada, en La Bureba, de donde pasaron a mediados del siglo XVI a Benavente y de allí, a principios del XVII, a Medina de Rioseco.

Antonio de Medina fue el primer miembro de la familia asentado en nuestra ciudad. Era hijo de Martín de Medina y nieto de Juan de Medina, ambos de la aldea de Arconada. Se había casado con María García de Prado y sus descendientes, todos nacidos en Benavente, fueron conocidos como los Medina-Prado. En su estancia benaventana tuvieron el oficio de mercaderes y al cambiar el domicilio a Rioseco, decidieron emparentar con otras conocidas familias del mismo ramo y a través de estas uniones mejorar sus negocios y su posición social, en la entonces pujante villa de los Almirantes de Castilla.

Así, una hija de este matrimonio fue Jerónima de Medina-Prado, casada con Jerónimo de Aguilar, administrador del Almirante de Castilla, y padres a su vez, del anteriormente citado Jerónimo de Aguilar Medina-Prado (caballero de la Orden de Santiago y Gentilhombre del Almirante de Castilla), del obispo de Cebú (Filipinas) fray Diego de Aguilar Medina-Prado y del predicador agustino, fray Juan de Aguilar Medina-Prado, entre otros muchos hijos.

Uno de los hermanos de Jerónima fue Antonio de Medina-Prado, acaudalado mercader, que mandó construir su capilla funeraria en la iglesia de Santa Cruz y de la que aún se conserva la barroca decoración de la bóveda, así como el retablo que la adornaba. Es la misma que podemos ver en la fotografía adjunta. Francisco de Medina-Prado, fue otro de los hermanos de Jerónima. Junto a su mujer Ana Vázquez de las Omañas, instituyó una importante obra pía en la ciudad de Medina de Rioseco, que aún sigue vigente junto a la Beneficencia Municipal.