Los grupos provinciales celebran los 30 años de danzas riosecanas

La Seca, Renedo, Valdestillas, Laguna, Zaratán y Cabezón estuvieron presentes en el treinta aniversario del Festival Nacional de Danzas de Rioseco

Natalia de Castro. Fotografías: Raúl Portero Lozano

Emoción y satisfacción. Estas pueden ser las dos palabras que mejor describan el ambiente que se vivió el pasado domingo en el Festival Nacional de Danzas que celebraba su trigésimo aniversario. El programa especial comenzó en el parque Duque de Osuna donde los grupos participantes -todos los existentes en la provincia de Valladolid-en el acontecimiento bailaron cuatro piezas.

El movimiento de faldas y rodaos calentó el ambiente de los muchos visitantes que no quisieron perderse la cita. El reencuentro con otros danzantes de la provincia, los ensayos de última hora y el recuerdo de muchos viajes y actuaciones en el que se ha coincidido estaban muy presentes.

La fiesta se trasladó, poco después al interior de un abarrotado claustro de San Francisco. Allí el Grupo Villa de La Seca, El Guindo de Renedo, Adaja de Valdestillas, la Ermita de Laguna, Castellares de Zaratán y Castiella de Cabezón bailaron dos jotas, para dejar al anfitrión, el grupo de danzas Ciudad de Rioseco, cerrar su festival.

El Ayuntamiento de Medina de Rioseco entregó un recuerdo a la profesora del grupo de danzas riosecano, Rosa Santamaría, quien también recibió un homenaje de todos los danzantes de la localidad. La tarde fue muy especial e incluso la teniente de alcalde, María San José, se atrevió a interpretar una de las piezas bailadas.

Homenaje a la profesora Rosa María Santamaría
Jorge Prieto Fernández es el único componente masculino del Grupo de Danzas de Medina de Rioseco. Se deshace en elogios hacia su profesora. “Una profesora por cuyas manos han pasado cientos de jóvenes, aprendiendo no solo unas coreografías, sino lo que significa amar una cultura riquísima, convirtiendo las experiencias de estos años en una escuela de la vida”. Para Jorge Prieto esta jornada fue inolvidable. “No estuvimos solos, sino arropados por otros grupos, por el público que nos ofrece ánimos para seguir preservando nuestros bailes y cultura, de nuestros familiares que durante años nos llevan a actuaciones y nos dan ese aliento para seguir adelante”, explica Prieto. Por su parte, Rosa María Santamaría no escondía su ilusión al lograr haber juntado todos los grupos de la provincia de Valladolid “que llevan el folklore de nuestra tierra por toda España y Europa desde hace más de 20 años, y que desde sus primeros pasos coincidimos con ellos en los primeros festivales infantiles que organizábamos”. El treinta aniversario del grupo riosecano fue la excusa perfecta para que todos los danzantes de la provincia coincidieran en Rioseco. La profesora tuvo un “recuerdo especial” para todas aquellas personas que han formado parte de esta gran familia en estas tres décadas de historia.

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