Los caminos del agua y del viento

La marcha Gran Premio Canal de Castilla, que tuvo el epicentro en Medina de Rioseco, echa a andar con paso decidido con 120 ciclistas

Organización GP Canal de Castilla

La primera edición de la ‘Roubaix castellana’ ha dejado buen sabor de boca. Los más de 120 participantes venidos de toda España, sólo las comunidades autónomas de Rioja y Extremadura no contaban con representantes, se deshacían en elogios hacia un recorrido cautivador en el que el Canal de Castilla y los pueblos cercanos al mismo fueron los protagonistas.

Y todo ello a pesar de la aparición de dos invitados poco gratos para los ciclistas: Los esperados pinchazos, conviene recordar que el GP Canal de Castilla está dirigida a bicicletas de carretera que se adentran por los mejores caminos de sirga, y el viento, que castigó con fuerza a los esforzados de la ruta durante más de la mitad de la jornada.

A pesar de ello los primeros cicloturistas llegaban a Medina de Rioseco antes de las 15:30 horas, recorriendo los más de 220 Km en apenas 7 horas, mientras que los últimos lo hacían 10 minutos antes del cierre de control, a las 20:30h, tras luchar para completar un reto titánico. Comentarios unánimes de los participantes han sido la belleza del Canal, que protegía del viento y el sol a los ciclistas, y la belleza de los pasos por el centro de pueblos como Ampudia, Frómista, Támara, Dueñas o Cigales, en unos recorridos ratoneros que les permitieron disfrutar con la riqueza patrimonial de muchos de los más bellos pueblos palentinos y pucelanos.

La presencia de Pedro Horrillo, ex ciclista profesional amante de las carreras clásicas, en las que durante su carrera fue fiel escudero del campeón del mundo Oscar Freire, ha servido para rubricar la viabilidad de una prueba que dará mucho que hablar en el futuro.

Mención aparte merecen los eventos paralelos desarrollados en Medina de Rioseco, donde las bicis clásicas y antiguas dieron la nota de de color y elegancia de una jornada inolvidable en la que los más mayores disfrutaron volviendo a ver las máquinas de sus tiempos mozos y los más jóvenes descubrieron con curiosidad la belleza de unas bicicletas que fueron el vehículo principal de nuestros abuelos.

En resumen, la ciudad de los Almirantes y el Canal de Castilla se han convertido por un día en las capitales nacionales del ciclismo por un día y se prevé que el impacto de la prueba sea todavía mayor en ediciones futuras. Sin duda el Canal y la proyección turística de sus pueblos ribereños lo agradecerán.

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