Los alumnos de Campos Góticos disfrutan de un concierto didáctico

Más de un centenar de niños asisten al Auditorio Miguel Delibes para ver el espectáculo ‘Ma, me mi,… Mozart’ y a un entrenamiento del Real Valladolid

Un reportaje de Beatriz Rodríguez del Rey

Eran las 8:15 horas del día 4 de mayo cuando los peques del cole acompañados de sus padres se acercaban hasta el Centro donde nos esperaban los autobuses. Un madrugón que, a buen seguro, ha merecido la pena.

Hace unos meses las maestras de infantil y música han participado en unas jornadas de formación musical y esto ha repercutido en los niños quienes han podido disfrutar del concierto didáctico ‘Ma, me mi,… Mozart’ de forma gratuita. En el Auditorio Miguel Delibes nos esperaban unos músicos sorprendentes caracterizados con trajes de época, con diversos instrumentos de cuerda, percusión y viento acompañados en todo momento por una fabulosa voz.

El escenario estaba ambientado con un retrato del inigualable Mozart, unas perchas gigantes, pañuelos, sillas que rotaban,… elementos que han servido para dramatizar y escenificar todas las piezas, pero el momento más impactante del concierto para los niños y niñas ha sido cuando estos músicos han hecho sonar en una de las piezas algo tan común, e inusual a la vez, como es un serrucho. Todas las audiciones han sido trabajadas previamente en las clases de música y en las aulas, de tal forma que cuando los niños las han oído en directo, han podido participar e interactuar con los músicos ya que las conocían de antemano.

Después de reponer fuerzas en las zonas verdes que rodean el auditorio nos hemos ido a ver cómo entrenan los jugadores del Real Valladolid. Desde las gradas hemos apoyado al equipo vallisoletano y hemos coreado su himno. Posteriormente los jugadores blanquivioletas se han acercado a los niños y niñas para hacerse una foto con ellos y para firmar algunos autógrafos. Un paseo por el campo de fútbol ha sido el broche final a esta jornada tan intensa.

Las caras de alegría y cansancio se dejaban ver en los autobuses, pero los nervios por llegar a casa y contar las cosas vividas a papá y mamá ha mantenido despiertos a casi todos los alumnos y alumnas.

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